Líbano y el grupo armado Hezbolá han señalado a Israel como responsable de una serie de explosiones ocurridas este martes, cuando miles de aparatos buscapersonas utilizados por miembros de Hezbolá estallaron en diversas regiones del país, dejando al menos nueve muertos y cerca de 3.000 heridos.
Las autoridades informaron que al menos nueve personas han muerto y más de 2.800 han resultado heridas por la explosión coordinada de cientos de dispositivos buscapersonas del partido-milicia chií Hezbolá en Líbano y Siria. El ataque ha sido considerado "sin precedentes" y ha intensificado aún más las tensiones en una región ya marcada por conflictos persistentes.
Declaraciones y reacciones
El grupo terrorista proiraní ha emitido un comunicado en el que califica las explosiones como un acto de "agresión criminal" dirigido no solo contra sus miembros, sino también contra civiles, reportó BBC. La milicia libanesa ha prometido que "este enemigo traidor y criminal recibirá su justo castigo".
El gobierno libanés también ha acusado a Israel, pero hasta el momento, las autoridades israelíes no han hecho declaraciones sobre el suceso ni sobre tales reclamos.
Matthew Miller, portavoz del Departamento de Estado de EE.UU., afirmó que Washington no tiene conocimiento previo ni está implicado en el incidente; mientras que Karine Jean-Pierre, secretaria de prensa de la Casa Blanca, reiteró el compromiso de EE.UU. con una solución diplomática al conflicto.
Impacto y consecuencias
Las explosiones se produjeron en los suburbios del sur de Beirut y en otras localidades de Líbano. Los buscapersonas, que en décadas recientes han sido reemplazados por teléfonos móviles pero aún son utilizados por ciertos grupos por su menor vulnerabilidad a la interceptación, estallaron en lugares públicos como supermercados, automóviles y hogares.
Los vídeos y fotografías difundidos en redes sociales mostraron escenas de caos, con numerosos heridos siendo atendidos en hospitales. Según Frank Gardner, corresponsal de seguridad de la BBC, el uso de buscapersonas por parte de Hezbolá se debe a preocupaciones de que los teléfonos móviles puedan ser manipulados por agentes de inteligencia israelíes.
El incidente ha sido descrito como una "grave falla de seguridad" para Hezbolá, y el grupo armado está llevando a cabo una investigación para determinar las causas de las detonaciones simultáneas. La agencia de noticias estatal libanesa y la cadena de televisión Al-Manar, vinculada a Hezbolá, han reportado sobre la magnitud del evento y su impacto devastador.
El ministerio de Salud de Líbano confirmó que alrededor de 3.000 personas resultaron heridas, y unas 200 permanecen en estado crítico. También se ha informado de al menos 14 heridos en Siria debido a explosiones similares.
El ataque ocurre en un contexto de enfrentamientos prolongados entre Hezbolá e Israel, con intercambios constantes de fuego transfronterizo y ataques aéreos.