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Víctima de brutal ataque en La Habana rompe el silencio: "Esto es una selva"

jueves, 12 de septiembre de 2024 por Elena Martínez

Dany Pérez Rodríguez (conocido como Dany Yarini), quien sufrió un violento ataque en su vivienda en el barrio Las Cañas, Boyeros, en La Habana en lo que se presume fue un ajuste de cuentas, ha ofrecido nuevas declaraciones a través de sus redes sociales, explicando el origen del conflicto.

Enfatizó que es un hombre sencillo y honrado. "Soy un cubano que lucha, que tiene negocios propios. No soy millonario ni me busco miles de pesos, pero me defiendo para mantener a mis hijos. No soy ni un delincuente ni un asesino, como algunos han dicho en las redes sociales", expresó.

El origen del conflicto

En sus declaraciones, Dany alega que el conflicto comenzó con un incidente previo, cuando el líder de la banda que lo atacó, entró hace unos días a su finca a robar racimos de plátano. Además, denunció que este mismo individuo robó en la casa de una vecina, lo que desencadenó una pelea en el barrio.

Posteriormente, la banda de ese supuesto maleante intentó robarle la moto y Dany le propinó un golpe en la cabeza al individuo. Al día siguiente, el hombre, acompañado de su padre, un señor mayor, se presentó armado en casa de Dany y comenzaron el ataque frente a los hijos de la víctima. "Le decía a su padre que me matara", relató el afectado.

"No quiero acudir a la violencia, porque cuando me pongo violento, me pongo mal de verdad", dijo. Sin embargo, afirmó que si se ve obligado a defenderse nuevamente, lo hará sin temor.

Entre la fe y la desesperanza

"Creo en Dios y en San Lázaro y veo esto como una prueba más de su existencia, porque me salvó la vida. Si tengo que volverme a defender lo hago sin ningún temor. Este país está así, es un sálvese el que pueda. Esto es como una selva", comentó.

Dany lamentó las heridas de las personas involucradas en el ataque, en especial las del hombre mayor, el padre de su agresor, pero reafirmó que actuó en defensa de su familia y de lo que ha logrado con esfuerzo.

Este caso resalta la creciente ola de violencia en Cuba, donde la falta de acción policial ha llevado a muchos a tomar la justicia en sus propias manos.