"La situación actual es peor que la que vimos en los años 90, en el llamado 'periodo especial'”, advirtió el obispo de Holguín, Emilio Aranguren, sobre la crisis generalizada en Cuba durante un encuentro con católicos españoles.
Calificada por Aranguren como el "peor momento" de los muchos vividos en su larga vida pastoral, el religioso se dirigió por videoconferencia a periodistas españoles, apoyando la campaña "La Iglesia en Cuba, donde nada es imposible", informó MDZ.
“Hay gran escasez de productos de primera necesidad que solo se consiguen a precios desorbitados”, señaló el párroco, destacando la gravedad de la situación. Asimismo, se refirió a la falta de medicamentos: "Es muy difícil encontrar el fármaco necesario en caso de demencia, lo que hace que los enfermos estén muy alterados y sea muy difícil su vida y la de los que le rodean", agregó.
Aranguren mencionó que los cubanos enfrentan numerosos desafíos en su día a día, subrayando la importancia del apoyo que brindan los sacerdotes. También mencionó la escasez de sacerdotes en Cuba, quienes deben desplazarse largas distancias para atender a sus comunidades.
La iglesia cubana: recursos limitados y dependencia de donaciones
El obispo destacó que la iglesia cubana opera con recursos muy limitados y depende principalmente de las contribuciones de los fieles, las cuales son bastante reducidas en el contexto económico actual. La fundación pontificia Ayuda a la Iglesia Necesitada (ACN) impulsa en España una iniciativa para recolectar donaciones que apoyen a los sacerdotes y religiosos en su supervivencia y para facilitar medios materiales para su labor pastoral y de evangelización, detalló José María Gallardo, director de ACN España.
La Iglesia católica en Cuba cuenta con un total de 374 sacerdotes, lo que convierte al país en el que más católicos hay por cada sacerdote, con un promedio de 20.872 fieles por presbítero. Además, la mayoría de los religiosos, que incluyen 490 monjas y 173 monjes, son extranjeros. Solo hay 27 seminaristas en todo el país, lo que hace que el apoyo fundamental de la Iglesia cubana provenga de los 3,699 laicos, quienes en ocasiones abren sus propios hogares para establecer pequeñas capillas donde se puede celebrar la Eucaristía.
En medio de la exacerbada crisis que vive el pueblo cubano, la iglesia también ha sufrido sus consecuencias. Según la Agencia Católica de Informaciones, al menos 50 casos de robos y vandalismo en 34 parroquias y casas religiosas de Cuba se han reportado desde marzo de 2023, la mayoría de estos en La Habana, sin que las autoridades tomen medidas para detener el fenómeno. Incluso, la Iglesia Católica de Cuba ha enfrentado problemas en el suministro de hostias debido a la falta de harina.
Varios párrocos cubanos han alertado sobre la escasez que vive el pueblo cubano. Uno de ellos, el Padre Lester Rafael Zayas Díaz, pronunció el 24 de diciembre, víspera de Navidad, una homilía en la Parroquia Sagrado Corazón de Jesús, donde confesó su duda sobre qué debía decir a un pueblo que vive en la oscuridad y la desesperanza. "Les confieso algo, tal vez esta homilía sea la que más trabajo me cueste pronunciar desde que inicié mi ministerio sacerdotal. ¿Qué se puede decir a un pueblo desesperanzado, a la luz del Evangelio de Jesucristo?", se preguntó el párroco.