El doctor Francisco Durán García, director nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), admitió en declaraciones tanto a la televisión como al diario Granma que las tasas de incidencia de casos sospechosos tanto de dengue como de virus del Oropouche están en aumento.
El gobierno cubano dice haber intensificado la vigilancia epidemiológica en todo el país, pero la realidad es que la situación sanitaria continúa empeorando. "Ya es casi endémico", dice Durán García sobre el dengue. Según la actualización más reciente, hay casos de dengue en 48 áreas de salud de 41 municipios de 12 provincias del país.
El dengue y el Oropouche, una amenaza creciente
Ante esta realidad, el doctor insistió en que cualquier persona con síntomas como dolor de cabeza, dolor articular, vómitos, diarreas o fiebre acuda al médico de inmediato ya que los síntomas de dengue y oropouche se parecen, pero el dengue puede evolucionar hacia cuadros clínicos graves que ponen en riesgo la vida de los pacientes.
En el caso del virus del Oropouche, actualmente la enfermedad -transmitida por el mosquito Culex quinquefasciatus y el jején Culicoides- está presente en 174 áreas de salud en 99 municipios, lo que representa también un incremento en relación con la semana anterior. Las provincias más afectadas con el Oropouche son Pinar del Río, Artemisa, La Habana, Sancti Spíritus y el municipio especial Isla de la Juventud.
Mientras el régimen habla de una "estricta vigilancia", las condiciones de vida en la isla, la falta de insumos médicos y las pésimas condiciones de higiene continúan siendo un caldo de cultivo para la proliferación de enfermedades transmitidas por mosquitos.
El llamado a eliminar los criaderos de mosquitos y a mejorar el saneamiento del entorno parece insuficiente en un país donde la falta de agua potable, el mal manejo de residuos y la escasez de productos de higiene complican cualquier esfuerzo de prevención. A esto se suma la falta de información transparente sobre el verdadero alcance de estas enfermedades, lo que deja a la población cubana desprotegida frente a una crisis sanitaria que sigue escalando.
Durán también advirtió sobre la vigilancia epidemiológica frente a otras enfermedades como el zika, el chikungunya y la fiebre mayaro, aunque afirmó que ninguna de estas arbovirosis está presente actualmente en Cuba. Sin embargo, la confianza en las declaraciones oficiales se debilita cada día más, ante la realidad del colapsado sistema de salud cubano, evidente desde hace muchos años para quienes viven en la isla.