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Escuelas en el campo: el gobierno cubano recicla viejas ideas

jueves, 29 de agosto de 2024 por Sara Navarro

Escuelas en el campo: el gobierno cubano recicla viejas ideas
Escuela en el campo en Cuba - Imagen de © Cubadebate

El régimen cubano ha decidido retomar el concepto de las escuelas en el campo para sus estudiantes, ahora bajo la premisa de una “escuela en el campo diferente”. Según afirman, el objetivo es que los alumnos se sientan vinculados a tareas de impacto, como comentó Karenia Marrero Arrechea, directora general de Educación en La Habana, durante un programa de la Mesa Redonda dedicado al próximo curso escolar en la isla.

“Vamos a iniciar con octavo, onceno, segundo año de la ETP, en un periodo de 15 días, donde el estudiante, además de trabajar en organopónicos del municipio, va a estar vinculado al trabajo en tarjas, monumentos”, anunció la directiva.

Al parecer, el tradicional concepto de escuela en el campo, conocido y cuestionado por muchos cubanos que fueron utilizados como mano de obra para labores agrícolas, cambia de enfoque. Ahora, en lugar de trabajos en el campo, los jóvenes realizarán labores en lugares urbanos como organopónicos o en el mantenimiento de monumentos de interés para el gobierno.

Además, ante la crisis alimentaria que se vive en el país, es insostenible mantener a tantas personas en los campamentos que antes albergaban jóvenes para labores productivas. Desde hace más de cinco años, el régimen se ha empeñado en aprovechar las ruinas de las antiguas “escuelas al campo” para reconvertirlas en fincas de autoconsumo, como parte de su estrategia para impulsar la producción de alimentos.

Estas instalaciones también han sido destinadas como viviendas para familias campesinas que trabajan la tierra, aunque sin ofrecerles las condiciones de vida imprescindibles. Incluso, el pasado año, una granja avícola para la venta de huevos de codorniz en divisa fue inaugurada sobre la estructura en ruinas de una escuela al campo en Pinar del Río.

La granja, ubicada en el antiguo preuniversitario Lázaro Acosta Paulín, cercano al poblado de Briones Montoto, es la primera de un experimento que el gobierno quiere extender a lo largo del país. A pesar de una inversión de 26 millones de pesos y el inicio de la adaptación del primer lote de 4,000 aves, los responsables del proyecto reconocen que aún está por confirmar en la práctica la adaptación de las aves a este tipo de espacios, con diferentes niveles, temperaturas e incidencia del viento.