El pasado 14 de agosto, un ladrón identificado como Arthur Nathaniel Booth, vestido con un casco y ropa azul oscura que le daba la apariencia de un plomero, cometió un robo en un edificio de apartamentos ubicado en el 905 de la calle 12 del suroeste de Hialeah.
El delincuente consiguió colarse en el apartamento de Víctor Martínez, un cubano que rápidamente le preguntó qué hacía ahí e intentó echarlo de su casa. El hombre afirmó ser plomero y le dijo que estaba allí para revisar la llave del agua en la cocina.
En ese momento, Booth se abalanzó sobre Martínez, le arrebató la cadena de oro que usaba el cubano y escapó. Los vecinos del edificio intentaron ayudar al anciano. En declaraciones a America Tevé, una vecina contó que al escuchar los gritos salió de su apartamento y vio a otros residentes del edificio intentando atrapar al ladrón sin éxito.
Poco después llamaron a la policía, que tomó huellas dactilares y recibió videos de vigilancia grabados por los timbres de algunas puertas. Gracias a las pruebas recopiladas, las autoridades lograron identificar a Booth, quien ya contaba con un historial delictivo, y lo arrestaron una semana después.
Historial delictivo y reconocimiento en corte
Al comparecer en corte, muchos lo reconocieron, ya que Booth se había vuelto viral en 2015, cuando la jueza Mindy S. Glazer, quien lo juzgaba por un delito similar, lo reconoció como un antiguo compañero de clase y le preguntó cómo era posible que el niño más tranquilo de la clase acabara así.
En aquella ocasión, Booth fue condenado a 10 años de libertad condicional, de los cuales solo ha cumplido nueve antes de reincidir. En esta nueva comparecencia, debido a la reincidencia y la gravedad de los delitos, se le negó el derecho a fianza y permanece en prisión a la espera de juicio.
El impacto en la víctima
El cubano Víctor Martínez, quien soñaba desde su llegada a Estados Unidos con tener una cadena de oro como la que le fue robada, se mostró especialmente afectado. "Llegué de Cuba hace 14 años y me compré esa cadena que me costó 1,500 dólares. Siempre quise tener una, pero en Cuba nunca pude", explicó el cubano en declaraciones al citado medio.
La cadena fue empeñada por Booth en una joyería de Miami, y aunque las autoridades la localizaron, Víctor todavía no ha podido recuperarla.