El sacerdote cubano Alberto Reyes, conocido por su postura crítica hacia el régimen, afirmó que lo esencial para una dictadura no es ganar, sino "no perder", una distinción crucial. Aseguró que en Cuba no hay elecciones para impedir que el pueblo expulse a los dictadores del poder.
En una publicación en Facebook, Reyes señaló que el gobierno sabe que ha perdido el corazón de los cubanos y, por ello, se enfoca en mantener el control y suprimir cualquier intento de disidencia. El sacerdote de la diócesis de Camagüey llamó a la ciudadanía a no colaborar con la dictadura y les recordó que la libertad tiene un precio que debe pagarse para no ser un país sin futuro.
Reflexiones del Padre Alberto Reyes
Reyes compartió su pensamiento en un texto titulado "He estado pensando… (LXXXI)" donde expone cómo las dictaduras modernas, utilizando la democracia para acceder al poder, luego la destruyen para perpetuarse en él. Hizo un paralelismo con el fraude electoral de Nicolás Maduro en Venezuela, subrayando que el objetivo de estas dictaduras no es ganar elecciones, sino no perder el control.
Desde 1959, Cuba ha carecido de elecciones genuinas, teniendo solo "votaciones" que no reflejan la voluntad del pueblo. Según Reyes, el régimen cubano ha perdido en el corazón de los cubanos, aunque haya ganado en propaganda y medios. La prioridad del sistema es evitar cualquier cuestionamiento y frenar la disidencia.
Reyes criticó la movilización inmediata del régimen ante cualquier protesta, incluyendo simples manifestaciones pacíficas o convocatorias a rezos públicos. Aseguró que el régimen tiene pánico a perder el control y no le importa la miseria, la emigración, ni el deterioro de la salud y la educación, que antes usaban para vender su ideología.
El sacerdote instó a los cubanos a dejar claro que no apoyan al régimen y no participar en sus propuestas. Reiteró que la situación del país no cambiará con quejas en casa o maldiciones durante los apagones, y subrayó que la libertad tiene un precio que debe pagarse con valentía y verdad para evitar un futuro sin esperanza.