Un cubano de 33 años fue detenido tras la repercusión mediática que tuvo un video en el que se le veía pateando a un perro en un edificio del noroeste de Miami-Dade. El agresor fue identificado como Richel Yumar González, de 33 años, y para muchos lo más contradictorio es que es un peluquero de mascotas.
González salió en libertad el jueves del Centro Correccional Turner Guilford Knight después de haber pagado una fianza de 500 dólares, informó Local 10. El hecho que lo llevó a prisión y por el que también perdió su empleo ocurrió la semana pasada en un edificio de viviendas situado en el complejo Jade Winds, en 1770 NE 191 St., en el área Ojus de Miami-Dade.
El video que lo delató
En el video, grabado por una cámara de vigilancia, se le ve pateando a un pequeño perro blanco dos veces. Vestía una camiseta de la empresa "Deluxe Mobile Grooming Company" (Peluquería móvil de lujo), con sede en Hialeah. Tras difundirse el suceso, la Policía del condado inició una investigación que culminó cuando el cubano se entregó y confesó su responsabilidad.
Deluxe Mobile Grooming Company emitió un comunicado de disculpa en el que señalaba que no permite el maltrato animal y anunciaba medidas con el empleado. El dueño, nombrado Yosuan Rodríguez, informó a Local 10 que inmediatamente después de conocer el hecho despidió a González y que emprenderá acciones legales contra él. Su negocio ha decaído y ha recibido amenazas de muerte contra él y su familia.
"No tengo idea de por qué hizo lo que hizo", dijo Yosuan, quien relató que le envió capturas de pantalla al maltratador y le preguntó si de verdad había golpeado al perro. "Él dijo que sí, eso fue todo", subrayó.
Consecuencias legales y estado del animal
González deberá responder penalmente por atormentar "innecesariamente" a "cualquier animal de manera cruel o inhumana", un delito menor de primer grado que se castiga con prisión, multa o ambas. La mascota golpeada es una hembra, mezcla de maltés y shih tzu, llamada Coco. Su dueño dijo que mostró cambios de comportamiento, pero el veterinario certificó que no sufrió daños.