Una explosión en cadena sacudió este jueves una calle de Centro Habana, después de que un camión de recogida de basura cortara accidentalmente unos cables eléctricos mientras realizaba su labor.
Cubanet informó el suceso que tuvo lugar en la calle San Miguel, entre Rayos y Galiano, cuando el vehículo recolector, al retirar los desechos acumulados en la vía pública, dañó los cables que estaban ocultos bajo montones de basura.
Estos cables pertenecían a una sucursal del Banco Metropolitano, lo que provocó un cortocircuito que se extendió hasta los cajeros automáticos en el Bulevar de San Rafael. Como consecuencia, toda la zona, incluyendo la entidad bancaria, quedó sin suministro eléctrico.
Una crisis de residuos fuera de control
La Habana enfrenta una situación alarmante debido a la acumulación masiva de basura, que se ha visto exacerbada por la falta de combustible, de personal y de equipos de recolección.
En la ciudad solo se recoge el 68% de los desechos generados, mientras que el resto permanece en las calles, creando focos de infección y aumentando el riesgo de incendios debido a la liberación de gas metano.
De esta basura, apenas un 40% es recuperada para el reciclaje, lo que deja un gran volumen de desechos en los espacios públicos, empeorando la situación epidemiológica que ya es grave en la isla, por la proliferación de ratas, cucarachas y mosquitos.
Ante la incapacidad del gobierno para manejar esta crisis, las autoridades habaneras han optado por contratar a una empresa privada para mejorar la recolección de basura en algunas zonas críticas de la capital.
Sin embargo, los residentes de barrios como Luyanó, donde la situación es especialmente grave, continúan esperando soluciones concretas, mientras la basura se acumula en las calles y la desesperación crece entre los vecinos que viven rodeados de desechos, malos olores e insalubridad.