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Primer ministro cubano promete mejoras significativas en cinco años

miércoles, 21 de agosto de 2024 por Reinaldo Rodríguez

El primer ministro cubano, Manuel Marrero, aseguró en una entrevista concedida a la televisión iraní Hispan TV que en cinco años ve a Cuba "en una situación mucho más favorable". Según explicó, el régimen está convencido de que el camino que ha trazado, aunque "muy duro" y "muy difícil", tendrá sus frutos porque "la revolución ha pasado por momentos más difíciles y ha logrado la victoria".

Para ello, cuentan con la ayuda internacional de los "aliados", dijo en referencia a países como Venezuela, inmersa en una crisis política tras el fraude electoral; Irán, enredada en el conflicto con Israel o Rusia, metida en la guerra de Ucrania.

"Nunca prometemos a nuestro pueblo lo que no vamos a poder dar", sentenció Marrero, asegurando que "irán poco a poco" y a "paso firme", "enfrentando todos los desafíos", "hasta la victoria siempre" y seguros de que van "a avanzar", añadió en una entrevista en la que también abordó temas de actualidad como el apoyo incondicional cubano al fraude de Maduro en Venezuela.

Visita a Irán y Angola

Marrero hizo estas declaraciones, de las que se ha hecho eco el programa Mesa Redonda, durante una visita "de trabajo" a Irán (del 29 al 31 de julio) y a Angola. En este último país fue recibido por la secretaria de Estado para Administración, Finanzas y Patrimonio, María Fragoso Pascual Ramiro, y por la embajadora de Angola en Cuba, María Cándida Teixeira. Acompañaron a Marrero, entre otros, el viceministro primero de las Fuerzas Armadas, el general de Cuerpo de Ejército, Ramón Espinosa Martín, y el presidente Ejecutivo de la Corporación Antex S.A., Carlos Santiago Martínez Rodríguez.

El primer ministro encabezó la delegación cubana que participó en la ceremonia de toma de posesión del presidente de Irán, Masud Pezeshkian, el pasado 30 de julio. También, según el Minrex, se reunió con empresarios de este país y con grupos de solidaridad con el régimen cubano.

Invitado a la Mesa Redonda, el embajador Carlos Miguel Pereira, director general de Asuntos Bilaterales, de la Cancillería cubana, calificó la visita de Marrero a Irán como "histórica" porque es la primera que realiza en calidad de primer ministro y también porque da continuidad a un año "histórico" en las relaciones entre los dos países, como fue 2023, con una visita de Estado de Miguel Díaz-Canel en diciembre del año pasado, después de que el fallecido presidente iraní Ebrahim Raisi visitara Cuba y firmara en la Isla un "número importante" de acuerdos.

Básicamente, esta visita de Marrero buscaba ratificar todos esos acuerdos aunque el régimen lo disfraza diciendo que fue a "ratificar la voluntad" de Cuba de seguir colaborando con el gobierno iraní, algo que Marrero habría hecho, según Carlos Miguel Pereira, durante su encuentro con el nuevo presidente Pezeshkian.

Promesas incumplidas y nuevas proyecciones

La opinión de Marrero de que dentro de cinco años Cuba estará mejor, se suma al rosario de promesas del Gobierno cubano que no se cumplieron durante el primer semestre de 2024. Lejos de reconocer el fracaso, el Ejecutivo prometió nuevas proyecciones en la segunda mitad del año.

“El sistema de trabajo tiene que cambiar, no puede ser el mismo que teníamos en el primer semestre”, dijo Marrero en una reunión del Consejo de Ministros, incluyendo en ese cambio la eterna batalla contra la burocracia y la lentitud de los trámites en la Isla.

A inicios de este año, mientras crecía la preocupación del pueblo cubano por el aumento de los precios del combustible y de servicios como el transporte, la electricidad y el gas licuado, Miguel Díaz-Canel siguió diciendo que van a triunfar y a vencer.

En abril pasado, el mandatario cubano prometió "tiempos mejores" con "esfuerzo y resistencia creativa". Pero esos tiempos no parecen estar cerca, habida cuenta de que el turismo, uno de los principales sectores que dan ingresos al país sigue sin recuperarse, con una nueva caída interanual de enero a julio de este año.

Sesenta y cinco años después de su llegada al poder, los comunistas cubanos siguen con las mismas promesas que han dejado cifras récord de emigración en el último año y la previsión de que en 2100, la población de la Isla bajará a 6 millones de personas.​​​​​​​