Cuba perdió el lunes en la noche a uno de sus más grandes científicos con el fallecimiento del Dr. Ángel Aguilera Rodríguez, fundador del Centro de Ingeniería Genética y Biotecnología (CIGB).
Conocido cariñosamente como el Dr. Angelito, su legado está marcado por la producción del primer interferón leucocitario en el país, un hito que revolucionó la ciencia cubana y estableció a la isla como un referente en el campo, según el sitio oficialista Cubadebate.
Su trabajo en la casita número 149, ubicada en el reparto Cubanacán de La Habana, fue fundamental para la creación de la primera molécula cubana obtenida mediante ingeniería genética a partir de leucocitos humanos.
Un legado imborrable
Este avance no solo fue crucial para la lucha contra enfermedades virales y el cáncer, sino que también estableció las bases para la producción y exportación de biotecnología cubana al mundo.
En su página en la red social Facebook, la comunidad científica del CIGB expresó su profundo pesar. “Todos los trabajadores sentimos mucho esta pérdida y enviamos a sus familiares y amigos nuestras condolencias y expresamos nuestro compromiso de ser fieles a los ideales que él defendió”.
Asimismo, dejaron claro que su contribución a la ciencia cubana seguirá siendo una fuente de inspiración para las futuras generaciones.