Una madre cubana, desesperada por la crítica situación de salud de su hijo, solicita ayuda para obtener una visa humanitaria que les permita viajar a Estados Unidos en busca de tratamiento.
Arlety Llerena Martínez acudió a CiberCuba para compartir el caso de su hijo de siete años, Jorge Esteban Reina Llerena, diagnosticado con leucemia linfoide aguda desde que tenía solo un año y nueve meses.
Un grito de auxilio
"Para él ya no hay esquema de tratamiento en Cuba. Necesita una visa humanitaria para viajar a Estados Unidos y realizarle un trasplante de médula ósea", reveló Llerena Martínez.
El 21 de enero de 2019, los médicos informaron que el niño tenía cáncer y que, con esta enfermedad, su probabilidad de vida era del 75 por ciento. Desde entonces, el pequeño Jorgito ha enfrentado los altibajos de esta enfermedad, debilitando su organismo.
Según la madre, tras el diagnóstico, el niño pasó por una etapa de quimioterapia invasiva y tratamiento oral. Dos años después, tuvo una recaída a nivel testicular, lo que obligó a los médicos a extirparle un testículo, reduciendo su probabilidad de vida al 40 por ciento.
En el último año, sufrió otra recaída que disminuyó sus probabilidades de vida al 10 por ciento. "Él está en casa ahora, pero su gravedad está en su interior", explicó la mujer. "Lleva mucho tiempo esperando su trasplante y su organismo se deteriora. Lleva dos años con lesiones en la piel porque, al estar inmunodeprimido, no se le curan".
Un niño sin infancia
Jorgito pasa todo el tiempo en su casa, sin poder ir a la escuela, ni jugar con sus amiguitos, ni llevar una vida normal para un niño de su edad. En este momento, recibe medicamentos para frenar la evolución de su enfermedad, pero no representan una cura. A pesar de ello, ha tenido recaídas. En Cuba, no hay más opciones de tratamiento para él.
"Solo queda el trasplante de médula ósea, para el cual hemos estado en contacto con un doctor del Nicklaus Children Hospital en Miami, dispuesto a atender el caso", explicó Llerena Martínez.
"El doctor nos envió una carta de aceptación del caso y comenzamos los trámites para la visa humanitaria a través de una abogada. Nos dicen que hay que esperar la cita; pero ya vamos por cuatro meses y no nos llaman, estamos desesperados", concluyó.