El joven cubano José Alberto Méndez ha captado la atención en redes sociales al describir con crudeza la crisis generalizada que atraviesa Cuba, enfocándose en las dramáticas condiciones del sistema de salud, pero también dejando entrever que los problemas van mucho más allá de este sector.
En una publicación de Facebook, Méndez narró la angustiosa experiencia que vivió en un hospital provincial, donde las carencias materiales y la precariedad del servicio son el pan de cada día.
Méndez relató cómo, debido al embarazo de su pareja, ha tenido que frecuentar policlínicos y hospitales, enfrentándose a la cruda realidad del sistema de salud cubano. Pasillos oscuros, falta de medicamentos y equipos médicos esenciales, y un ambiente de desesperanza son solo algunas de las situaciones que describe.
“En todo el Hospital Provincial solo funciona un equipo para hacer electrocardiogramas”, señaló, añadiendo que este único equipo opera gracias a remiendos improvisados por los propios técnicos, quienes intentan mantenerlo en funcionamiento en medio de condiciones lamentables.
Una crisis que va más allá de la salud
Sin embargo, Méndez no se limitó a criticar el sector de la salud. Su relato también es un reflejo de la crisis más amplia que se vive en el país, marcada por el deterioro de la infraestructura, la escasez de productos básicos y la falta de perspectivas para una vida digna.
“¿Cómo y por qué se llega a esto?” es la pregunta que se planteó el joven, al tiempo que denunció la aparente indiferencia tanto de las autoridades como de la sociedad en general ante una situación que considera insostenible.
El joven puso de manifiesto cómo la falta de recursos no se limita a la salud. La crisis energética es otro de los aspectos que afecta diariamente a la población, con apagones programados que duran horas y que, según Méndez, “parecen ignorar de manera ofensiva” las necesidades básicas de la gente.
Estos cortes de electricidad, que se han vuelto rutinarios, agravan aún más las condiciones de vida, especialmente para aquellos que, como él, deben enfrentar largas esperas en instituciones públicas donde las condiciones son ya de por sí difíciles.
Méndez también cuestionó la priorización de los recursos por parte del gobierno, criticando que mientras el sistema de salud se deteriora, se invierten fondos en sectores como el turismo o en eventos y reuniones de alto nivel. “Hay dirigentes en este país con relojes que cuestan más que lo necesario para comprar equipos médicos esenciales”, señaló con indignación.
En su reflexión final, el joven lamentó la resignación con la que muchos cubanos parecen aceptar esta situación, adoptando una actitud de “sálvese quien pueda” ante la crisis.