La cubana Irina Diéguez Toledo, agotada por el constante asedio de los mosquitos, ha adoptado medidas extremas para controlar al molesto insecto. En su hogar en el Cerro, La Habana, ha permitido que las arañas tejan sus telarañas libremente, con la esperanza de aliviar el problema.
En Facebook, Irina ha llevado una bitácora de sus “cacerías” y ha denunciado que el origen del problema es que su casa está rodeada de salideros, baches y un registro roto, “de modo que hay un charco enorme”.
Aviso Importante: Las prácticas descritas en este artículo, como el uso de arañas para controlar la población de mosquitos, son iniciativas personales de la protagonista y no deben considerarse como un sustituto de los métodos convencionales de control de plagas.
Una lucha diaria contra los mosquitos
En una reciente publicación, Irina comentó que ha dejado de limpiar los techos para que proliferen las arañas y estas, con sus telas, atrapen los mosquitos. Además, explicó que ha colocado rejillas en las ventanas; sin embargo, los insectos entran cada vez que abre las puertas de su casa, algo que hace constantemente cada vez que debe salir a la calle a hacer alguna diligencia.
A pesar de sus esfuerzos, Irina también dedica tiempo cada día para matar algunos insectos más. Aunque la escena pudiera parecer rocambolesca, la situación afecta la cordura y la salud de la señora y su familia, que se exponen a ser infectados por un mosquito portador del virus del dengue o de la Fiebre de Oropouche.
“No les importa si enfermamos o morimos”, ha denunciado Irina en las redes sociales, alarmada y desesperada por el alza de casos de personas enfermas en Cuba. La señora ha planteado el problema en varios escenarios, incluyendo las oficinas del gobierno local, pues no solo ella está en riesgo, sino toda la comunidad.
El pasado seis de agosto, Irina compartió en Facebook un correo dirigido al Despacho de la Presidencia, en el cual denunció que su tío de 83 años, encamado y delicado de salud, estaba expuesto a peligrosas enfermedades. Alertó que no tuvo respuesta de las entidades implicadas, y que la directora de un policlínico en el Cerro lo ha informado sin recibir ningún tipo de contestación.
“El silencio administrativo es una forma de violencia. No exijo nada que no esté en su obligación y competencia”, subrayó. La preocupación de esta cubana se justifica cuando el régimen, en julio último, reconoció que el virus de Oropouche se ha extendido a casi todo el país y que, además, no cuenta con recursos para iniciar campañas de fumigación que eviten la propagación del mosquito transmisor.
El Director Nacional de Epidemiología del Ministerio de Salud Pública (MINSAP), Francisco Durán, confirmó en televisión nacional que el virus se ha identificado en mayor medida en zonas rurales y semirrurales, y los pacientes suelen presentar síntomas similares al dengue. Según el experto, "el cuadro epidemiológico actual en Cuba es similar al del pasado año, con enfermedades diarréicas ocasionadas por el calor, el mal estado de los alimentos; el dengue, lo tenemos de una forma endémica desde hace muchos años con incrementos de casos en algunas épocas del año."
"Entre las dificultades del saneamiento, las intensas lluvias y el calor que acelera la reproducción del mosquito, hay condiciones ideales para su propagación", explicó Durán. Anteriormente, el especialista dijo que el país no cuenta con combustible para fumigar contra los mosquitos, en medio de una creciente presencia del virus Oropouche en Cuba.