El Centro Nacional de Huracanes (NHC) informó este miércoles que el fenómeno atmosférico Ernesto se convirtió en huracán mientras golpea el norte del Caribe con intensas lluvias y fuertes vientos en racha.
El centro de la tormenta se encuentra a 125 millas al noroeste de San Juan, alejándose de Puerto Rico, y su extensa estela de humedad mantendrá aguaceros e inundaciones en varios sectores de la isla.
De acuerdo con el Radar Informativo en su cuenta en la red social X, “se mueve hacia el noroeste a 16 millas por hora, con una presión mínima de 29.26 pulgadas. Los vientos con fuerza de tormenta tropical se extienden hasta 150 millas fuera del centro”.
Perspectivas y riesgos futuros
El futuro de Ernesto como huracán dependerá en gran medida de las cálidas aguas oceánicas y de los vientos en niveles superiores que afectan su desarrollo. Existe la posibilidad de que se convierta en un gran huracán (categoría 3 o superior) hacia el final de la semana.
La tormenta está generando oleaje en el océano a cientos de kilómetros de distancia, lo que podría provocar peligrosas corrientes de resaca en la costa este de Estados Unidos, las Bahamas y partes del Caribe hasta principios de la próxima semana.
La tormenta Ernesto se formó el lunes en el Atlántico y en un principio los pronósticos anunciaban que se dirigía hacia Cuba, cuando aún era una onda tropical. Posteriormente se desvió hacia el norte.
Los modelos de pronóstico no prevén que afecte ni a la isla ni al estado Florida, Estados Unidos.
En lo que va de temporada de huracanes en la cuenca atlántica, que comenzó el 1 de junio, se han formado cinco tormentas tropicales: Alberto, Beryl, Chris, Debby y Ernesto.