La gestión de la Unión Eléctrica de Cuba (UNE) fue nuevamente objeto de severas críticas por parte de los usuarios, quienes expresaron su creciente frustración a través de redes sociales.
Los comentarios vertidos en el Facebook oficial de la empresa estatal este martes 13 de agosto -aniversario del nacimiento del dictador Fidel Castro- revelan un panorama de indignación y desesperanza, en medio de una crisis energética que parece no tener fin y que la víspera dejó apagones durante toda la jornada, con hasta 605 MW de afectaciones.
Una gestión cuestionada
La falta de transparencia, las promesas incumplidas y la constante afectación del servicio eléctrico han llevado a la población a un punto de hartazgo, manifestado en decenas de comentarios que cuestionan la capacidad y la ética de las autoridades responsables.
Las críticas más recurrentes se centraron en la falta de transparencia y la incompetencia de la UNE para gestionar la crisis energética. Los usuarios denunciaron que las informaciones proporcionadas por la empresa son confusas y contradictorias, con partes informativos que no reflejan la realidad que viven en sus hogares.
La frustración se agrava con la percepción de que las soluciones ofrecidas por la UNE son insuficientes y que los problemas se agravan con el tiempo, en lugar de resolverse.
La gestión de las termoeléctricas, especialmente las unidades de Nuevitas y Santa Cruz, fue uno de los temas más criticados. Los usuarios mencionaron con frecuencia que estas unidades entran y salen del sistema de manera constante, sin ofrecer una solución estable. Esto llevó a muchos a cuestionar la calidad de los trabajos de mantenimiento realizados y a sugerir que la dirección de la UNE no tiene control sobre la situación.
Desigualdad y descontento
Otro punto de crítica es la falta de equidad en la distribución de los apagones. Varios comentarios señalaron que mientras ciertas provincias como La Habana parecen estar menos afectadas, otras regiones sufren cortes de electricidad prolongados y repetidos, lo que genera un sentimiento de injusticia entre la población.
Además, se subrayó que la crisis energética está afectando gravemente la calidad de vida, con especial mención a las noches de calor insoportable y la falta de descanso debido a los apagones.
"A Cuba debería cambiarle el nombre por Penumbra. Que obstine, esto es una tortura constante...", dijo Mabelys Aroche.
"Buen regalo para el comandante en su cumpleaños, salen las termoeléctricas de descanso y se apaga a la mitad del país (tremendo día en apagón)", observó Carlos Dailen Collazo Escobar.
"Todo esto se lo debemos a él", opinó Edenis Salgado, mientras que Randy Suárez Otero citó: "Esta es la Revolución de los humildes, para los humildes, y por los humildes, decían... bueno, ya los humildes nos estamos cansando de su ineficiencia, inoperancia y falacias".
"Pinochoooooo, les va a crecer la nariz. Hoy se va el doble porque están celebrando el cumpleaños de la momia muerta", señaló Ailyn Martínez.
"¿Y no era que en el verano la situación iba ser más favorable? Esto solo tiene un nombre: normalización de la crisis", criticó Leandro Bringas. "Oscuro verano, tercera temporada y vamos por más...", concluyó Tony Naranjo Pampillo.
"Lo que se encuentra fuera de servicio es la moral y la vergüenza, que no tienen ninguna. ¡Mira que este pueblo aguanta! ¿Hasta cuándo?", dijo indignado Alberto Reyes.
"Nosotros pasando calor y picaduras de mosquitos casi todas las madrugadas, esto es un abuso", se quejó María Elena Núñez.
"¡Vamos por más! La empresa más rentable de Cuba; cada día más déficit y cero estabilidad. ¡Bravo!", ironizó Carlos Vargas.
La gestión de la UNE ha llegado a un punto crítico, donde la población expresa abiertamente su descontento y desesperanza. Los comentarios recopilados este martes reflejan una sociedad que se siente traicionada por las promesas incumplidas y agobiada por una crisis que no parece tener solución a la vista.
La falta de transparencia, la desigualdad en la distribución de los apagones y la percepción de incompetencia por parte de las autoridades han generado un clima de indignación generalizada.