El triplista cubano Andy Hechavarría, recién llegado a Cuba procedente de las Olimpiadas de París, ha tenido un regreso agitado a la isla luego de que se viralizara una publicación presuntamente suya poniendo en venta el teléfono celular que regalaron a todos los atletas en la cita olímpica.
En un anuncio publicado en el grupo de Facebook Teléfonos Habana, Hechavarría promocionaba la venta en 900 dólares del exclusivo Samsung Galaxy Z Flip 6 de edición limitada. "Se vende, nuevo en su caja, edición limitada. En buen precio (900 USD). Es el de los Juegos Olímpicos", se leía en la publicación del deportista holguinero.
El anuncio no pasó inadvertido y rápidamente generó múltiples reacciones entre los usuarios. Algunos cuestionaron su decisión, mientras que otros entendieron su necesidad de obtener ingresos adicionales debido a la crítica situación que hay en Cuba, de la cual no escapan los deportistas de alto rendimiento.
Hechavarría se defiende
Horas después, en medio de la marea de reacciones -y quién sabe si requerido desde instancias gubernamentales- Andy Hechavarría negó en el apartado de comentarios del anuncio que hubiera sido suya la publicación.
"Hoy amanecí y veo que desde esta madrugada están publicando en varias cuentas que si yo vendí o estoy vendiendo el móvil que recibí por participar en estos Juegos Olímpicos de París 2024. Decirles quiero que todo es pura falsedad, nada de eso es verdad. Mi teléfono lo tengo yo conmigo”, escribió el triplista en un comentario que ya no figura en la red porque fue borrado el post de origen.
Según el atleta, fue víctima de una especie de hackeo por parte de un conocido.
"Lo que pasó fue que yo le envié fotos del celular a un vecino porque quería verlo, y tuvo el atrevimiento de publicarlo como si fuese yo. Puso mi foto y todo. Eso es que se metió en mi perfil para robar fotos mías e información, porque fíjense que nada de esas publicaciones me salen a mi cuenta actual. Si me enteré de esto ha sido por amistades que me han llamado y escrito mandándome capturas. Pero, en fin, para concluir, les digo que no crean nada de eso, que todo es una farsa", añadió Hechavarría, en un espectacular salto atrás.
Aunque el anuncio de venta en el grupo de Facebook Teléfonos Habana fue borrado, y ahora aparece el típico cartel "contenido no disponible", al cierre de esta nota el anuncio todavía está publicado en el grupo de Facebook Ventas de Iphone y Androide Holguín.
¿Será Andy Hechavarría el que hizo la publicación o el vecino hacker? Es la pregunta.
Por cierto, tanto en este caso como en el anterior -ya borrado- el anuncio remite a un perfil de Facebook que parece ser el del deportista.
Hechavarría participó en la etapa clasificatoria del triple salto en las Olimpiadas, pero su mejor salto fue de 16.70 metros y no le permitió el paso a la final.
En medio de la marea de comentarios que ha generado el incidente del teléfono en las últimas horas, el perfil oficialista Habana Noticias ha salido en defensa del deportista.
"A propósito de los comentarios habidos en redes sociales por parte de usuarios desconocedores del tema y por odiadores que buscan cualquier motivo excusas para atacar a Cuba y esta vez con respecto a la venta del teléfono celular del deportista de triple salto Andy Hechavarría y otros deportistas cubanos que han vendidos sus medallas para aliviar asuntos financieros o de otra índole, les queremos recordar que esta práctica es realizada por atletas del mundo entero incluido en los propios EEUU", escribió la fuente oficialista, que enumeró cuatro casos de deportistas estadounidenses que han puesto en venta sus medallas.
Los casos citados fueron Mark Wells (hockey); Vin Baker (baloncesto); Jerry Lucas (baloncesto) y Tommie Smith (atletismo).
Habana Noticias hubiera tenido todavía más fácil la defensa del triplista argumentando que no es Andy Hechavarría el único deportista en el mundo que en los últimos días ha puesto en venta el exclusivo teléfono.
A través de plataformas como eBay se pueden encontrar publicaciones que subastan el teléfono móvil. Una publicación solicitaba 3,200 dólares australianos por el dispositivo, mientras que otros hacían ofertas de envío desde Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña y Bélgica.