La Unión Eléctrica de Cuba (UNE) ha informado sobre nuevos apagones previstos para este martes 13 de agosto, coincidiendo con el natalicio del dictador Fidel Castro. Mientras tanto, el régimen de sus herederos ha decidido proyectar una imagen del dictador en la llamada Plaza de la Revolución.
El gobierno de la “continuidad” liderado por Miguel Díaz-Canel, que había prometido un verano sin apagones tras medio año de mantenimientos y reparaciones a las termoeléctricas, ha fallado en cumplir su promesa. Tanto julio como lo que va de agosto han sido un calvario para la mayoría de los cubanos, que no han disfrutado un solo día de verano sin cortes en el suministro eléctrico.
Promesas incumplidas y propaganda
Más allá de las promesas incumplidas, el régimen ha demostrado que la propaganda para asegurar su permanencia en el poder es más importante que el bienestar de los cubanos. Esto quedó evidente en la torre de la Plaza (conocida como la “raspadura”), donde potentes reflectores proyectaron la imagen de Castro.
Este lunes, “se afectó el servicio por déficit de capacidad de generación durante todo el día”, señaló la UNE en su informe en redes sociales. La empresa estatal, dirigida por Alfredo López Valdés, aparentemente cometió un error comunicacional al publicar el reporte del 12 de agosto en lugar del correspondiente al martes.
El asunto es menor si se considera que la credibilidad de la UNE ya está por los suelos, y que los apagones continúan sucediéndose en una cuantía imposible de medir para los cubanos, quienes deben confiar en los pronósticos de la UNE.
No importa si la estatal, que ostenta el monopolio de la generación y distribución en Cuba, pronostica afectaciones de 390 MW para este martes 13. Podrían ser de 10 o de 1,000 MW: no habrá manera de contrastar la veracidad de lo que publica la empresa.