Nicolás Maduro aprovechó su reciente visita al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) para reafirmar su intención de mantenerse en el poder, dejando claro que no tiene planes de abandonar el Palacio de Miraflores.
Durante su discurso, el gobernante venezolano desestimó cualquier posibilidad de negociación con la líder opositora María Corina Machado, afirmando que el único que tiene que negociar con Machado es el fiscal general del país.
Esa declaración fue acompañada de una serie de insultos y amenazas hacia la oposición. Maduro calificó a Machado como una "terrorista prófuga de la justicia", a pesar de que no existe ninguna orden de captura en su contra.
La negativa del mandatario se dio en respuesta a la propuesta de Machado de negociar una transición democrática, en la que Maduro recibiría "garantías, salvoconductos e incentivos" para dejar el poder. Esa oferta surgió luego de que se supiera, según The Economist, que Washington ofreció a Maduro "lo que quiera" a cambio de reconocer su derrota electoral.
Reacción internacional y cumbre latinoamericana
En este contexto, el nuevo presidente de Panamá, Raúl Mulino, reveló su disposición a otorgar asilo a Maduro y otros miembros de la élite chavista. Mulino, junto a otros líderes latinoamericanos que se oponen al régimen venezolano, ha estado organizando una cumbre para abordar la crisis en Venezuela.
Aunque Panamá se ofreció como sede inicial, parece más probable que la reunión se celebre en Santo Domingo, coincidiendo con la toma de posesión del presidente dominicano Luis Abinader. Paralelamente, permanece en espera una minicumbre entre los presidentes izquierdistas de Brasil, México y Colombia, quienes lideran la mediación internacional en la crisis venezolana.
Lula da Silva, Andrés Manuel López Obrador y Gustavo Petro han insistido en que sea el Consejo Nacional Electoral (CNE) quien publique los resultados completos de las recientes elecciones. A pesar de que han pasado dos semanas desde las elecciones del 28 de julio, la única información pública sobre los resultados proviene de la oposición democrática, que ha publicado el 83% de las actas oficiales en línea.
Mientras tanto, el chavismo se niega a hacer públicas las actas alegando un supuesto hackeo desde Macedonia del Norte. La crisis ha sido trasladada al TSJ, que actúa como principal herramienta de represión del régimen contra la oposición.
El Centro Carter, el único organismo independiente que supervisó las elecciones, confirmó la victoria del candidato opositor Edmundo González Urrutia, quien obtuvo el 67% de los votos superando a Maduro, quien habría alcanzado solo el 30%.
A pesar de las amenazas contra su vida, María Corina Machado ha reiterado su determinación de continuar la lucha en las calles hasta que "la verdad se imponga y la soberanía popular sea respetada".