El párroco cubano Kenny Fernández Delgado ha revelado detalles del interrogatorio al que fue sometido por oficiales de la Seguridad del Estado, quienes intentaron intimidarlo por sus publicaciones en redes sociales y por invitar a los devotos a realizar una jornada de oración familiar en los parques de todas las ciudades, por Cuba y Venezuela, el pasado sábado 3 de agosto.
En una publicación en Facebook, el sacerdote informó que, según el Departamento de Inmigración y Extranjería, es un doble delito convocar oración en parques o espacios públicos. Fernández Delgado explicó que la citación de la Seguridad del Estado viene desde el Departamento de Inmigración y Extranjería debido al arrendamiento de "un apartamento pequeño, que se alquila a cubanos, aunque eso lo administra otra persona".
“Por la sola y remota posibilidad de que alguna vez decida alquilarle el apartamento a un extranjero, el Departamento de Inmigración y Extranjería tiene potestad para citarme cuantas veces quiera, incluso con menos de 24 horas de antelación y al menos una vez cada seis meses, sin necesidad de presentar documento oficial de citación”, señaló el religioso.
Aunque explicó que no es de su interés alquilar a extranjeros, desde esa instancia aseguraron que no estaban convencidos. “Entonces descubrí que Inmigración y Extranjería tiene entre otras funciones hacer lo mismo que la Seguridad del Estado (G2) hace en general con todos los ciudadanos, pero enfocados en los arrendatarios: reprimir al que manifieste pensar distinto a lo que llaman revolución, y acosarlo una y otra vez hasta que se calle, o hasta tomar cuantas medidas represivas sean necesarias para callarlo”, resumió.
Persecución y represión
Por otra parte, Fernández Delgado desdibujó las artimañas del régimen para impedir su participación en la invitación a la oración pública que él mismo había propuesto. “Finalmente dijeron que solo se permiten convocatorias que sean dentro de las iglesias, lugares de Culto. Pero sabemos que todo lo que ellos se imaginen que puede estar contra la revolución puede ser y e incluso ha sido reprimido también”, denunció.
El párroco llamó la atención sobre un comentario hecho por el oficial que lo atendió en la citación, un “Teniente Coronel que hablaba de manera 'amistosa'”. “Todos los trabajadores por cuenta propia son trabajadores del Estado (gobierno). Y que por tanto deben acatar todas las leyes del 'Estado' como cualquier trabajador estatal, eso significa que no pueden realizar actos que pudieran considerarse contrarios a la Revolución, tales como publicar en redes sociales mensajes críticos al proceso revolucionario o a sus aliados. Esto es una gran revelación porque significa que en Cuba, sin importar que trabajes en formas de gestión no estatal, eres un trabajador del Estado, es decir, del gobierno”, expuso.
La pasada semana, el párroco cubano escribió en la red social X que “a eso de las 9:45 p.m., hace casi una hora, me ha llamado una funcionaria de Inmigración para una cita en 19 y K justo a las 10:00 a.m. Más tarde me llamó un Teniente Coronel para decirme que de no ir habrá consecuencias. Pase lo que pase conmigo, estaremos todos unidos, orando”.
Unos días antes, en una declaración a través de Facebook, dijo que "orar en un parque no está prohibido" e invitó a todos a unirse en oración "sin carteles, sin consignas, sin otro líder que Jesucristo y sobre todo, sin miedo". El llamado a la oración incluye la flexibilidad para que cada persona ore como prefiera, ya sea en silencio o usando oraciones conocidas como el rosario. "Jesucristo nos ayudará si le pedimos con fe", afirmó el párroco, utilizando el hashtag #OremosEnFamilia para promover la iniciativa.