Un video que muestra el proceso de obtención del aceite de corojo, el cual se ha usado para cocinar en Cuba en los momentos de mayor escasez, circula en las redes sociales, evidenciando que la nación vive una de las peores crisis económicas de su historia.
Aunque en Cuba el aceite obtenido del fruto conocido como corojo se ha empleado en la cosmética natural y en rituales religiosos, su uso en la cocina ha sido más frecuente en los momentos de mayor penuria económica y escasez.
“Lo que tienen que hacer los cubanos para cocinar con aceite de corojo de palma”, apuntó en TikTok un perfil que responde al nombre de Cuba sin filtros (@cubasinfiltros).
En el video compartido se muestra el proceso de obtención del aceite, donde se puede ver a un señor mayor que, con mucha paciencia, rompe los frutos para extraer la nuez que llevan dentro. Otra persona especificó que se extrae el líquido viscoso para cocinar “porque aquí en Cuba no hay aceite”, apuntó.
La mujer que realizó el video mostró también la máquina donde se muele las semillas, y enseñó que los desechos se emplean en la alimentación animal. El aceite se emplea tanto para el consumo como para la venta, como una manera de ganarse la vida, apuntó. En tiempos de escasez, los cubanos recurren al "invento".
Ingenio cubano en tiempos de crisis
La creatividad no tiene límites y aún más cuando se trata de la bebida más consumida en la nación caribeña después del agua: el café.
La activista Irma Broek compartió en Facebook un video que muestra a un señor colando el néctar negro de los dioses blancos, empleando para ello una antorcha de soldar: “Aquí estamos tratando de colar café porque no tenemos corriente, no hay gas, no hay nada”.
Recientemente, un cubano reveló en redes sociales que ciudadanos residentes en poblados rurales de la provincia de Holguín utilizan un “invento” a partir de una tapa de olla de presión que hace las veces de antena y que sirve para mejorar la conectividad a internet.
Un internauta relató desde el perfil de Facebook “Holguín en fotos” que llegando al poblado de Bariay, en el municipio holguinero Rafael Freyre, veía muchas casas que en la parte exterior tenían algo parecido a una antena de televisión, “pero extraña”.