El Instituto Nacional del Deporte (IND) de Chile otorgará a Yasmani Acosta, luchador grecorromano de origen cubano, un premio de 600 unidades tributarias mensuales (UTM), equivalente a más de 39 millones de pesos chilenos, aproximadamente 43,000 dólares, por su medalla de plata en los Juegos Olímpicos de París 2024.
Acosta, quien representó a Chile, demostró su habilidad y determinación en el tapiz, enfrentándose al legendario Mijaín López, pentacampeón olímpico, en una final memorable. Aunque cayó ante López, su desempeño le aseguró una merecida medalla de plata, consolidándolo como uno de los mejores luchadores del mundo.
Contrastes entre Chile y Cuba
Es notable comparar la situación de Acosta con la de Mijaín López en Cuba. A pesar de ser una leyenda viva del deporte, López no gozará de un premio similar en su país. La mayor parte de su recompensa económica será retenida por el gobierno cubano, una práctica común que contrasta con el trato que reciben los atletas en otros países.
Yasmani Acosta (Matanzas, 1987), subcampeón en lucha grecorromana en los Juegos Olímpicos de París, en 2015 tomó la decisión de escapar de la delegación cubana con la que asistió a los Panamericanos de Chile. El cubano tuvo el apoyo del luchador chileno Andrés Ayub, con quien mantiene una buena amistad hasta la actualidad.
Celebración en el Team Chile
El Team Chile celebró en grande en estos Juegos Olímpicos gracias a las destacadas actuaciones de sus atletas. Además de Acosta, Francisca Crovetto hizo historia al ganar la medalla de oro en Tiro Skeet, logrando que el himno nacional de Chile resonara en la capital francesa.
El éxito de Yasmani Acosta no solo celebra una victoria personal, sino que también resalta las diferencias en el apoyo estatal a los deportistas entre Chile y Cuba, subrayando la importancia del reconocimiento y la recompensa justa por el esfuerzo y la dedicación en el deporte de alto rendimiento.