El gobierno de Chile ha decidido no aceptar a Nicolás Maduro como ganador de las elecciones presidenciales en Venezuela, celebradas el pasado 28 de julio de 2024. El presidente chileno, Gabriel Boric, manifestó su firme negativa a reconocer los resultados, citando sospechas de fraude electoral y violaciones a los derechos humanos en el país sudamericano.
"No tengo duda de que el régimen de Maduro ha intentado cometer fraude electoral. Si no fuera así, hubiesen mostrado las famosas actas", declaró Boric este miércoles. "Además, están cometiendo graves violaciones de los derechos humanos, reprimiendo a la gente que se está manifestando e iniciando persecuciones penales que son irrisorias y no serían aceptables en Chile ni en ningún otro país democrático, contra liderazgos de la oposición", añadió el mandatario chileno.
Rechazo internacional y defensa de la democracia
El presidente Boric subrayó la importancia de defender principios democráticos independientemente de las diferencias con los opositores. "No podemos cometer, como comunidad internacional, el mismo error que se cometió en su momento con Juan Guaidó. Esto lo entiende la mayoría de los países", mencionó Boric, haciendo referencia al reconocimiento inicial que recibió Guaidó como presidente interino de Venezuela en 2019.
Chile ha dejado clara su postura firme en no validar los resultados de las elecciones venezolanas. "Chile no reconoce el triunfo autoproclamado de Maduro. No confiamos en la independencia, ni en la imparcialidad de las instituciones en Venezuela. No validaremos resultados que no hayan sido verificados por organismos internacionales independientes del régimen", enfatizó Boric.
Esta semana, la Organización No Gubernamental (ONG) Foro Penal emitió un informe que respalda las afirmaciones del presidente chileno. Aseguran que 1,102 personas han sido detenidas en Venezuela tras las protestas contra la proclamación de Maduro como presidente reelecto. Entre los detenidos se incluyen 100 adolescentes y cinco indígenas. Estas detenciones, que se han registrado en casi todas las regiones del país, son vistas como una clara muestra de la represión ejercida por el gobierno venezolano ante las sospechas de fraude electoral.
La ONG, que lidera la defensa de los presos políticos en Venezuela, ha documentado estas detenciones desde el 29 de julio hasta el 6 de agosto de 2024, resaltando la gravedad de la situación en el país sudamericano.
El rechazo de Chile a los resultados electorales en Venezuela se suma a las críticas internacionales hacia el régimen de Maduro, aumentando la presión para que se lleven a cabo elecciones transparentes y verificadas por observadores internacionales independientes. La posición de Boric refleja el compromiso de Chile con los valores democráticos y los derechos humanos, y envía un mensaje claro de solidaridad con el pueblo venezolano en su lucha por la justicia y la democracia.