Este lunes, los matanceros rindieron tributo a las víctimas del incendio en la Base de Supertanqueros en el segundo aniversario de la tragedia, que se cobró la vida de 17 personas, muchos de ellos jóvenes.
Por segundo año consecutivo, el acto tuvo lugar frente al Museo de Bomberos “Cuartel Enrique Estrada” y contó con la presencia de familiares de las víctimas. Un total de 17 campanadas, junto a un toque de las sirenas de los camiones de bomberos y las notas del himno nacional, antecedieron al pase de lista de los fallecidos, cuyas fotos estaban colocadas en la entrada del recinto.
“Hoy ratificamos el juramento hecho un año atrás en este mismo lugar de no cejar nunca en el empeño de ser más profesionales, estar cada vez más preparados ante cualquier contingencia, y no defraudar jamás al pueblo al cual nos debemos”, expresó José Antonio Esnard Viciedo, técnico de Rescate.
Presencia y homenaje de figuras políticas
Además de familiares de las víctimas, asistieron al acto el General de División Víctor Rojo Ramos, miembro del Comité Central del Partido Comunista de Cuba (PCC) y jefe de la Dirección Política de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR); y el General de División Ricardo Riger Tejeda, jefe del Ejército Central. También acudieron Mario Sabines Lorenzo, primer secretario del PCC en Matanzas; Lázaro Suárez Navarro, vicegobernador de la provincia, así como otros dirigentes políticos y gubernamentales, según reseña la prensa local.
Como parte del homenaje, se presentó el libro “Entre fuegos. Bomberos de Matanzas”, publicado por la Editorial Capitán San Luis, y se inauguró la exposición “Con la sal a cuesta”, del fotógrafo Ernesto Cruz.
Además del acto frente al Museo de Bomberos, una ofrenda floral fue colocada también en el Panteón a los Caídos de la Defensa, en el cementerio de San Carlos Borromeo. “Para ellos, nuestro profundo homenaje”, escribió en X el primer ministro Manuel Marrero, mientras Díaz-Canel pasó por alto la fecha.
El pasado viernes, el Comando 3 de Bomberos del Aeropuerto Internacional Juan Gualberto Gómez ya había rendido tributo a los fallecidos.
La tragedia
El incendio en la Base de Supertanqueros, donde se guarda el crudo de la mayor refinería en la Bahía de Matanzas, se produjo, según la versión oficial, por una descarga eléctrica sobre un depósito de combustible que albergaba 40 mil galones de combustible. En la madrugada del día siguiente, mientras un grupo de bomberos y personal de apoyo trataban de enfriar un tanque cercano al siniestrado, un repentino cambio en la dirección del viento provocó que este se incendiara, ocasionando la muerte de los que estaban cerca.
Murieron 17 personas: Adriano Rodríguez Gutiérrez, Andy Mitchel Ramos Sotolongo, Areskys Quintero Orta, Diosdel Nazco Vargas, Fabián Naranjo Núñez, Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, Luis Ángel Álvarez Leyva, Luis Raúl Aguilar Zamora, Michel Rodríguez Román, Osley Marante Guerra, Osmani Blasco Sosa, Pablo Ángel López Martell, Raciel Alonso Martínez y Rolando Oviedo Sosa.
Las llamas arrasaron con cuatro depósitos de crudo, causaron 17 fallecidos y más de un centenar de heridos. Las pérdidas materiales se estimaron en 66 millones de dólares. Cuatro de los fallecidos eran reclutas del Servicio Militar y tenían entre 19 y 24 años.
Varios familiares de las víctimas cuestionaron que esos jóvenes hubieran sido enviados a la zona roja sin la experiencia suficientes. “¿Quién va a asumir la responsabilidad de llevar a esos niños allí?”, llegó a cuestionar la abuela del bombero más joven, el recluta Leo Alejandro Doval Pérez de Prado, quien en el momento de la tragedia tenía apenas 19 años y había recibido solo una preparación de 15 días para ser bombero.