Nuevamente el tema de la inclusión de género encuentra defensores y detractores en el escenario deportivo, después de lo acontecido este jueves en el boxeo femenino olímpico y la renuncia de la boxeadora italiana Angela Carini en su combate contra la argelina transgénero Imane Khelif en París 2024.
Transcurrieron solo 46 segundos de pelea cuando la europea abandonó el duelo, pues los golpes de su rival eran muy fuertes, denunció en la red social X el grupo de consultoría "Fair Play for Women", dedicado a crear conciencia, proporcionar evidencia, análisis y proteger los derechos de las mujeres y las niñas en el Reino Unido.
Declaraciones y reacciones
Concluido el combate en la división de los 66 kilogramos, Carini confesó a la prensa que decidió detener la pelea porque no podía continuar. "Me dolía mucho la nariz y dije: 'Para'. Es mejor no seguir. Mi nariz empezó a gotear desde el primer golpe", de acuerdo con Europa Press.
"Podía ser el combate de mi vida pero, en ese momento, también tenía que salvaguardar mi vida", agregó la pugilista al tiempo que señaló "siempre he luchado contra hombres, pero hoy he sentido demasiado dolor".
Descalificada del Mundial femenino de 2023 en Nueva Delhi debido a los niveles de testosterona muy altos, la argelina logró integrar la selección olímpica, así como lo hizo anteriormente en Tokio 2020, pues el organismo rector del boxeo difiere de los certámenes mundialistas.
El usuario Marc Vidal recordó que en un tope anterior, Khelif "le mete una paliza importante que le desfigura la cara a la mexicana Cruz Sandoval".
Controversia en redes sociales
Por cuestiones de gobernanza, la Asociación Internacional de Boxeo carece del reconocimiento del Comité Olímpico Internacional, el cual reconoce que Khelif cumple con los requisitos para luchar en la categoría femenina como mujer, tal como figura en su pasaporte.
Desde X, la cuenta "End Wokoness" arremetió contra la "absoluta farsa en los Juegos Olímpicos", pues Carini se vio "obligada a boxear contra un hombre biológico". Ella se rinde después de sólo 45 segundos y llora histéricamente cuando su oponente es declarado ganador".
Esta decisión avivó el debate sobre el concepto de juego limpio, refrendado por “Fair Play for Women”, cuyo discurso asegura que la política deportiva transgénero obvia los principios de una competencia justa, basada en reglas ancestrales que distinguen las diferentes categorías atendiendo a factores diversos como edad, peso, sexo, entre varias.