Una cubana ha denunciado un caso de abuso policial contra ella, su esposo y su madre, ocurrido el pasado 29 de julio en La Habana. El caso sigue en curso, ya que tanto el marido como la madre de la denunciante permanecen detenidos.
“Hago este escrito con la intención de que las autoridades de este país sepan en manos de quién están dejando a su pueblo cubano, cubanos que estamos siendo maltratados física y mentalmente por la misma policía, que está trabajando a su modo y conveniencia, donde las leyes no están siendo justas, ni cumplidas por ellos mismos”, escribió Yenisey Borrero Cuéllar en la primera de tres publicaciones en el grupo de Facebook Denunciando Crímenes en Cuba.
Borrero Cuéllar, quien está embarazada de pocas semanas, explicó que este martes iba en una bicimoto con su esposo para hacerse un legrado en Maternidad de Línea, en La Habana, cuando su marido cometió una infracción de tránsito.
Cuenta que la patrulla 410, que pertenece a estación de Zapata y C, los detuvo y les pidieron documentos de la bicimoto, documentos que no tenían. “Estoy segura de que no es robada ni nada, ya que esas motos tienen número de serie que se rastrea, pero el oficial parece que estaba buscando dinero y le preguntó al otro ¿Qué hacemos?”, explica la denunciante, quien asegura que como ella y su marido no dieron indicios de sobornar a los policías, estos decidieron llevar a su esposo a la unidad.
“Mi esposo les explicó la situación y que hoy era el último día para practicarme el legrado, que tuvieran humanidad, que nosotros no estábamos en condiciones de tener otro hijo, que íbamos a perder el turno, pero el oficial no quería ‘muela’. Lo metió en la patrulla como si fuera un criminal”, detalla la mujer.
Según el testimonio de Borrero Cuéllar, a su marido el policía lo metió de un empujón dentro del vehículo y lo cogieron por el cuello, lo que trajo como consecuencia que el hombre se alterara y diera unas patadas estando dentro de la patrulla. Un rato después su suegra la llamó y le dijo que su hijo estaba hinchado y con puntos en la cabeza. La joven fue entonces a la unidad con su madre y pidió hablar con un superior.
“Comencé a hablar con ese oficial cuyo nombre es Raúl y le expliqué que cómo mi esposo iba a estar golpeado y solo me dijo que él se alteró y que le tuvieron que dar golpes. Mi mamá le dijo que cómo era posible eso y él solo le dijo que se retirara al frente de la unidad, que él no estaba hablando con ella", relata Yenisey, quien asegura que su madre terminó siendo lanzada casi escaleras abajo.
La mujer alega que cuando intentó defender a su madre, ella misma recibió un manotazo en la cara y uno en la barriga, a pesar de estar embarazada. "Pedí hacer una denuncia y solo entraron al oficial y a mi mamá la llevaron para el calabozo. Nosotras que solo habíamos ido buscando respuestas porque nadie debe ser golpeado así...", apuntó.
¿Hasta cuándo el abuso policial en Cuba?
“¿Hasta cuándo los maltratos de las personas que se suponen que deben defendernos? Hasta cuándo nos van a prohibir hablar y exigir nuestros derechos?", cuestionó la mujer, que hizo referencia a la cantidad de personas que están presas en Cuba solo por decir lo que piensan.
“Nos están dejando en manos de policías crueles, despiadados y sin humanidad. ¿Hasta cuándo Cuba?", cuestionó.
Yenisey Borrero Cuéllar dice que pide todo el peso de la ley para el oficial "Raúl", de la unidad de Zapata y C y con número de identificación 400948, a quien definió como un maltratador de mujeres y un claro ejemplar de lo que es el abuso de poder en Cuba.
“Estoy embarazada. Es una falta de respeto que personas así sean los encargados de aplicar ley y justicia. Esto no se queda así. No me tomaron mi denuncia en Zapata y C y él sí pudo acusar por atentado a mi mamá, quien se encuentra detenida en la unidad de Picota, en La Habana Vieja", denunció la mujer.
“Voy a denunciarte, corrupto. ¿Cómo mi madre va a estar presa si fuiste tú quien atentaste contra su vida lanzándola despiadadamente por una escalera? Pido justicia para mí, para mi madre y para mi esposo, el cual no puede ni abrir los ojos de todos los golpes que recibió por el oficial de la patrulla 410. Justicia", concluyó la denunciante.