El gobernante Miguel Díaz-Canel reiteró que la situación en Cuba es "difícil" y apeló nuevamente a que los problemas "no son insuperables" durante la reunión del Consejo de Ministros, donde no presentó soluciones concretas para enfrentar la crisis que afecta al país.
"El momento es difícil, pero difícil no quiere decir insuperable, hay que tener la capacidad y la convicción de que podemos superar este momento", dijo.
Reiteración sin soluciones concretas
En la reunión, el mandatario destacó la importancia de trabajar en equipo y la necesidad de que todos se sientan parte del proceso de dirección de la Revolución, desde los municipios hasta el nivel nacional, citó el portal oficialista Cubadebate.
Afirmó que es fundamental prepararse adecuadamente y realizar análisis minuciosos para evitar improvisaciones y encontrar soluciones a los problemas del país. Sin embargo, el mandatario no ofreció detalles específicos sobre las medidas que se implementarán para superar la actual crisis económica.
En su lugar, hizo un llamado a la unidad y a la inspiración en la obra revolucionaria y en el viejo lema "¡Sí se puede!", atribuido a Raúl Castro.
Proyecciones sin claridad
Mencionó que se están organizando cerca de treinta proyecciones para corregir distorsiones y reimpulsar la economía cubana a partir de septiembre, así como la necesidad de avanzar en el ordenamiento de las relaciones entre los sectores estatal y no estatal, controlar los precios, eliminar la evasión fiscal e incrementar los ingresos al presupuesto del Estado.
Sus declaraciones surgen en un contexto donde urge resolver problemas como la escasez de alimentos, la inflación y la falta de recursos básicos en el país.
En un país donde la población enfrenta dificultades diarias para satisfacer sus necesidades básicas, las palabras de Díaz-Canel se perciben como insuficientes y desconectadas de la realidad.
En los últimos meses, el mandatario ha enarbolado varias veces el discurso de la "resistencia creativa", para alentar a la población de seguir resistiendo la crisis permanente en que sobreviven las familias cubanas.