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Celebración del 26 de julio en Sancti Spíritus: un acto en medio de la penumbra y la crisis

viernes, 26 de julio de 2024 por Noel Sánchez

El régimen cubano celebró en la madrugada del viernes, en un ambiente de penumbra, el acto oficial por el 26 de julio, marcando el 71 aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes.

El vicepresidente cubano Salvador Valdés Mesa afirmó que "se mantienen firmes e inalterables en el pueblo las ideas por las cuales Fidel Castro asaltó el Moncada". Sin darse cuenta, el político reconoció que las seis décadas de dictadura no han servido de nada, porque el país está en una situación similar, o mucho peor, a la de 1953.

Según Granma, asistieron al acto 5,000 espirituanos, pero no detallaron de dónde salió el combustible para realizar una actividad de semejante magnitud, en el actual contexto de crisis energética que hay en Cuba.

Presencia de líderes históricos

El acto por el 26 de julio fue presidido por Raúl Castro Ruz y Miguel Díaz-Canel Bermúdez. Además, estuvo Deivy Pérez Martín, Primera Secretaria del Partido en Sancti Spíritus, y figuras históricas como Ramiro Valdés Menéndez y José Ramón Machado Ventura, entre otros.

También se saludó a un grupo de 135 visitantes de 24 naciones en el evento político comunista, que destacó por exaltar la narrativa revolucionaria, a pesar de las crecientes dificultades que enfrenta el país.

Discurso de resistencia y omisiones

El discurso de Salvador Valdés insistió en la "resistencia creativa" como respuesta a las presuntas adversidades generadas por la política de Estados Unidos. Sin embargo, omitió la responsabilidad del gobierno en la profunda crisis económica y social que vive el país, donde la ineficiencia y la corrupción han agravado la situación actual de los cubanos.

El acto comenzó a las 5:15 am, en la Plaza de la Revolución Mayor General Serafín Sánchez y terminó al alba, con cinco mil personas volviendo a sus hogares para enfrentar las carencias de cada día, pero con "sentido del momento histórico", "resistentes" y esperando que un toque de gracia los vuelva lo suficientemente "creativos" como para salvar la revolución de su inminente destino.