Una década después de dejar atrás a su familia en busca de mejores condiciones de vida, la cubana María Celia Laborde hará realidad uno de sus más grandes anhelos: competir en unos Juegos Olímpicos. En París 2024, la judoca intentará cubrirse de gloria en representación de Estados Unidos, el país que la acogió desde 2014, cuando decidió abandonar la delegación de la isla que asistió a la lid centrocaribeña de Veracruz.
Un largo camino de sacrificios
Como refirió en entrevista exclusiva a Cibercuba hace exactamente un mes, la nacida en la provincia de Guantánamo estuvo casi ocho años lejos de los grandes escenarios. Empero, todo cambió al recibir la ciudadanía en 2022, y los resultados no demoraron en llegar.
El talento seguía intacto… y las ganas también. Las condiciones para entrenar fueron óptimas y apenas necesitó unos meses para cubrirse de grandeza bajo otra bandera: en 2023 se convirtió en la primera exponente de la nación norteamericana en obtener una medalla en el Masters Worlds desde 2016.
Un pasado glorioso y un futuro prometedor
Resultados de ese calibre no eran desconocidos para ella. Celebró la presea de bronce en la cita universal de Cheliábinsk 2014, en Rusia, e integró el equipo femenino que logró el tercer puesto en el evento planetario de Río de Janeiro 2013, en Brasil. Siempre con la bandera de Cuba al lado de su nombre.
Incluso, recordó en el diálogo que “estaba prácticamente clasificada para los Juegos Olímpicos 2016; ocupaba el tercer escaño del ranking mundial”, pero la “decisión de quedarme” postergó todo.
La perseverancia como bandera
Es decir, el debut bajo los cinco aros es sinónimo de cargar un anhelo durante decenas de meses y sentir que el tiempo pasaba sin cruzar esa meta desconocida. Pero como toda una guerrera, María Celia enarboló el don de la perseverancia, y, ahora mismo, se encuentra en Francia, con la mente puesta en su primer combate el venidero 27 de julio en la Arena Campo de Marte.
Con sus 48 kilogramos de peso y 33 años en la biografía entregada al Comité Organizador, Laborde se entregará a plenitud en pos de maximizar una historia cargada de optimismo y paciencia. Y, pletórica de orgullo, integra el grupo de 21 atletas cubanos que competirán bajo otras banderas en el certamen multideportivo más importante del mundo.