"Todavía no soy una persona exitosa, pero estoy en el camino". Así se expresa el joven cubano Joan Escandel (Bayamo, 2004), quien estudió hasta onceno grado en una escuela de deportes en Jiguaní (Granma) antes de emigrar a Estados Unidos hace tres años. En Cuba, Joan se dedicaba principalmente al baseball, pero la pandemia cambió sus prioridades, llevándolo a interesarse por el mundo de las finanzas, los negocios y la tecnología.
Este nuevo interés lo motivó a aplicar para una beca en el Tetr College of Business, una escuela de negocios en Estados Unidos que se enfoca en "aprender haciendo". De los 91,000 candidatos que se presentaron, solo 80 fueron seleccionados, recibiendo un kit de bienvenida que decía en inglés "You're in!" ("¡Estás dentro!"). La beca cubre todos los gastos y ofrece estancias en ocho países, aunque en el caso de Joan, al vivir en Orlando (Florida), serán siete.
Un recorrido global para la formación de un emprendedor
La formación de Joan incluirá seis meses en Dubái (Emiratos Árabes), Nueva Delhi (India), Singapur (Singapur), Ghana, Nueva York y Silicon Valley en San Francisco (EE. UU.), Río de Janeiro (Brasil), Milán (Italia) y Madrid (España). En una entrevista concedida a CiberCuba, Joan explicó que su sueño es algún día tocar la campana de la Bolsa y, por qué no, hacer negocios en la Isla. Actualmente, trabaja con un amigo de Brasil en un software que protege a los bancos de estafas mediante voces duplicadas con Inteligencia Artificial.
Joan cuenta que lo más difícil al llegar a Estados Unidos fue aprender el idioma en tres meses y adaptarse a una nueva cultura y vida. Las estancias en siete países, que comienzan el 31 de agosto con seis meses en Dubái, lo empujan a empezar de cero nuevamente. "Es como volver a emigrar", comenta.
Entre sus cualidades, Joan destaca la resiliencia y la humildad, atributos que atribuye a la experiencia de la emigración. Pero sobre todo, resalta su deseo de "comerse el mundo" y de darlo todo en la edad adecuada. Es ahora o nunca.
La receta para el éxito que Joan ha logrado con solo 20 años es no rendirse, tocar puertas una y otra vez, y si no se abren, derribarlas. Nunca se ha dado por vencido y ha intentado una y otra vez hasta conseguirlo. Esta historia de superación es la que quiere compartir con los jóvenes cubanos de su edad, invitándolos a soñar en grande y a perseguir sus sueños.