En una noche cargada de simbolismo y retórica conocida, Donald Trump aceptó oficialmente el jueves la candidatura republicana a la presidencia de Estados Unidos para las elecciones del 5 de noviembre. Aunque se esperaba a un líder renovado, muy pronto enarboló su antiguo discurso antiinmigrante. Durante su discurso en el Fiserv Forum, Trump prometió sellar la frontera desde el primer día y finalizar la construcción del muro con México, retomando su postura contra la inmigración indocumentada, informó BBC.
Un llamado a la unidad que rápidamente cambió de tono
El inicio del discurso indicó un tono más moderado con un llamado a la unidad: "Me presento para ser presidente de todo Estados Unidos, no de la mitad", pero el republicano rápidamente viró hacia su discurso más conocido. También auguró una "increíble victoria" en las elecciones presidenciales de noviembre, y se refirió a Venezuela, Cuba, las pandillas de El Salvador, la emigración y la economía.
Trump hizo referencia a los submarinos rusos que en junio llegaron a Cuba: "Los submarinos nucleares están operando a 60 millas de la costa de Cuba. ¿Sabían? Si fuera yo quien dirigiera este país y tuviéramos submarinos nucleares y Cuba todos los titulares dirían: ¿qué le pasa a nuestro presidente?", expresó.
Inmigración y seguridad fronteriza: sus temas recurrentes
El punto álgido de su discurso llegó cuando se refirió a la inmigración indocumentada como una "invasión" y prometió sellar la frontera desde el primer día de su posible retorno a la Casa Blanca. "Terminaré el muro, que en gran parte ya he construido", aseguró, reiterando su compromiso de 2016 de construir una barrera extensa entre Estados Unidos y México.
Trump también se comprometió a llevar a cabo "la mayor operación de deportaciones de la historia de este país" y criticó las políticas migratorias de la administración actual, prometiendo un cambio radical en su enfoque hacia la seguridad fronteriza.
Política exterior y críticas a la administración Biden
En el ámbito de la política exterior, Trump acusó a la administración Biden de debilitar la posición de Estados Unidos en el mundo, haciendo referencia a la retirada de Afganistán y los conflictos en Ucrania y Taiwán. "Acabaré con todas las crisis internacionales", afirmó, prometiendo restablecer la paz y el liderazgo estadounidense en el escenario global.
Finalmente, Trump hizo un llamado a la unidad y solicitó el apoyo de todos los votantes, independientemente de su afiliación pasada. "Prometo traer de vuelta el sueño americano", concluyó, invitando a los ciudadanos a creer en un futuro mejor bajo su liderazgo.
La convención, que se extendió por cuatro días, fue un reflejo de la cohesión dentro del Partido Republicano, en contraste con las divisiones visibles entre los demócratas respecto a la candidatura de Joe Biden. Los oradores, desde miembros de su familia hasta congresistas y exasesores, pintaron a Trump como un líder que ama a su país y se preocupa por sus ciudadanos, obviando las controversias pasadas y sus cuentas pendientes con la justicia.
Uno de los momentos más emotivos de la noche fue cuando Trump relató el atentado sufrido durante un mitin en Butler, Pensilvania, agradeciendo a los presentes por su calma y rindiendo homenaje a Corey Comperatore, un bombero voluntario que perdió la vida protegiendo a otros. Este relato mostró un lado vulnerable del exmandatario, aunque rápidamente retornó a su retórica habitual.