Un cubano ha denunciado la odisea que tuvo que enfrentar para enterrar al tío de su esposa, quien falleció en casa. La familia tuvo que asumir gastos y gestiones que, en teoría, deberían ser responsabilidad del Estado.
El denunciante, llamado Ernesto y conocido en Twitter como "Un esclavo del MINSAP", relató que al llamar a la funeraria les informaron que no había carros fúnebres disponibles, obligándolos a conseguir un transporte para llevar el féretro. "Nosotros mismos metimos al muerto en la caja y nosotros mismos lo llevamos a la funeraria", señaló.
Ernesto detalló que las coronas cuestan 100 pesos porque ahora las elabora una empresa no presupuestada. Sin embargo, el aumento del precio no se traduce en una mejor calidad. "Las mismas coronas feas y chiquitas de siempre, no creas que mejoraron nada."
Además, mencionó que la funeraria estaba llena de chinches en los asientos, un problema que no es nuevo. Como si no fuera suficiente, en la empresa de Comunales les dijeron que tenían que conseguir medio cubo de cemento porque en el cementerio no había para cerrar la bóveda. "No se diga más, a resolver un cubo de cemento, porque si no, el muerto lo tienes que meter debajo de la cama hasta que haya cemento", cuestionó.
Falta de personal y condiciones deplorables
Para colmo, les informaron que probablemente no habría ningún albañil en el cementerio porque "hay poco personal", y los que están, se contagiaron con Oropouche. La conclusión: la propia familia tuvo que cerrar la tumba.
"'Hay familiar, yo entiendo el dolor de su pérdida, pero no se altere', me dice la compañera guanaja que está en la funeraria. 'Cómo cojones no me voy a alterar, chica, si ya solo falta que me digas que tengo que abrir el hueco yo'. Hasta para irse de este mundo en Cuba pasamos trabajo", recalcó Ernesto.
Este caso refleja las dificultades y la desesperación que enfrentan las familias cubanas incluso en los momentos más dolorosos, poniendo de manifiesto las carencias y el descontrol en los servicios públicos del país. 😡