Aunque Pinar del Río “posee reservas suficientes para cubrir la demanda de su población”, las conductoras y otros sistemas de abasto del vital líquido a la población no se acoplan para que los pobladores de esa provincia no sufran de la escasez. A esto se le suma frecuentes roturas de los sistemas, que obligan a extender los ciclos de abastecimiento, mientras que el paso de los ciclones y la demora en la recuperación continúan dificultando la vida de los pinareños.
Una realidad insostenible
Un repaso a la situación, hecha por el periódico oficialista Granma recoge la historia de Maray García, una pinareña residente en una vivienda a un costado del hospital León Cuervo Rubio, de la capital pinareña, la cual dice que “es algo insostenible, y ni siquiera entendemos por qué sucede”. García ha tenido que comprar pipas de agua, a un precio que oscila entre los 3,000 y los 5,000 pesos, mucho más que el salario promedio de un cubano que vive de lo aprobado por el Estado.
Sin embargo, el órgano de divulgación oficial del Partido Comunista de Cuba (PCC) señala que varias inversiones no han tenido los resultados esperados. Entre ellas enumera, una toma de agua flotante instalada en la presa Guamá, la cual a dos años de instalada, sigue sin funcionar y sin beneficiar una zona donde residen más de 17,000 personas. Incoherentemente, un defecto de fabricación hace que la toma no se pueda utilizar, a pesar del gasto de un millón de pesos para ejecutar la obra.
Su finalidad era aumentar la calidad del agua, bombeando agua desde el embalse hasta una planta potabilizadora ubicada en el kilómetro cinco de la carretera a Luis Lazo, y desde allí a miles de hogares. Robert Hechavarría, director general de la Empresa de Acueducto y Alcantarillado, explicó sobre otra inversión que no funciona en Pinar del Río. Se trata de una conductora en el Entronque de Herradura, la cual estaba planificada para mejorar el servicio en ese territorio del municipio de Consolación del Sur. Ahora tampoco funciona y Hechavarría dijo que la culpa recae en los propios habitantes.
“Las personas se fueron conectando directamente a la tubería, muchos de ellos con gruesas acometidas de una pulgada y hasta más, y eso terminó provocando que el problema que originó la inversión, persista. Los extremos de la red siguen afectados porque el agua no llega a ellos”, señaló a Granma. La nota cita además al presidente del Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH) Antonio Rodríguez, del cual dicen que aseguró que la llegada de 10 equipos de bombeo, en 2022, ayudarían a la mejora del abasto. Sin embargo, aún las promesas parecen no cumplirse, aunque aseguran que tras el paso del huracán Ian “las labores se multiplicarían”.
Nuevas medidas y perspectivas
Según la nota, ahora están acometiendo labores en interconectar dos de las principales conductoras que abastecen a la capital provincial y la construcción de un bypass entre los kilómetros cinco y 2 ½ de la carretera a La Coloma, para reducir las pérdidas en ruta, y otro desde el kilómetro 2 ½ hasta el rebombeo de lo que se conoce como el anillo uno. Además, pretenden sustituir más de dos kilómetros de tubería de centroacero, correspondientes a los bypass de la ciudad, la cual ya tenía muchos años de explotación y numerosos salideros.
Suman a ello, una inversión que aún está en marcha, para mejorar el servicio a alrededor de unos 10,000 residentes del consejo popular Celso Maragoto, y parte de Jagüey Cuyují. Mientras que hace pocas semanas la llegada de diez nuevos equipos para los sistemas de rebombeo, también parecen estar en el horizonte de mejoras para los pinareños.
Granma recoge otras quejas de la población y enumera una serie de visitas gubernamentales a ese territorio, pero todavía la solución no queda plasmada. A mitad de este año, Alexis Acosta Cruz, vicepresidente de la OSDE Agua y Saneamiento, confirmó que en Cuba solo la mitad de la población recibe el servicio de forma estable y segura.
En declaraciones hechas en la Mesa Redonda, Acosta explicó que en el país hay 2,600 lugares con sistemas de acueducto, más de 3,000 estaciones de bombeo y más de 24,000 kilómetros de redes y acueductos que benefician a más de 8.8 millones de personas. La escasez de agua ha provocado que cubanos se manifiesten para pedir el abastecimiento del vital líquido.
Recientemente, vecinos de La Habana Vieja se concentraron en la intersección de las calles Egido y Acosta para protestar por la escasez de agua que los afectaba desde hace más de diez días, ya que el gobierno no les había ofrecido ninguna solución. La protesta se produjo desde las 9 de la noche de este lunes y los vecinos detuvieron la circulación por esa calle habanera con piedras y cubos de agua.