La fenomenal corredora cubana Omara Durand ha confirmado su decisión de retirarse, y los Juegos Paralímpicos de París 2024 marcarán el final de su magnífica trayectoria en el paratletismo mundial.
Durand, quien compite en la categoría T12 (videntes con campo visual menor a 5 grados) y es ocho veces campeona bajo los cinco aros, tiene varias razones para sostener su decisión. La más poderosa de todas: “Quiero hacer otras cosas en mi vida”.
En una entrevista concedida a la página digital oficialista Cubadebate, la triple recordista mundial en 100, 200 y 400 metros planos, explicó: “Tengo achaques con los que tengo que lidiar todos los días. He estado bastante tiempo alejada de mi familia. Ya mi niña, Érica, está en la preadolescencia y creo que es el momento de acompañarla, que vea la figura maternal a su lado”.
Con 32 años, Durand señaló que lleva muchos años al más alto nivel, lo cual “me ha traído consecuencias físicas”, aunque igualmente desea “estudiar un poquito más, superarme”.
Un legado imborrable
No obstante, dejó claro que “nunca me alejaré del deporte totalmente. Donde esté el deporte paralímpico, siempre tendrá mi apoyo. Y, sobre todo, los atletas”.
Sobre la preparación rumbo a la lid multideportiva, prevista del 28 de agosto al 8 de septiembre, sostuvo que sumará siete carreras: dos en 400 metros, tres en 100 y dos en 200, en ese preciso orden.
Junto a su guía Yunior Kindelán y la entrenadora Miriam Ferrer, dijo que “la preparación marcha bien hasta este minuto. Estamos concentrados en los detalles finales, sobre todo en los técnicos de las carreras. Nos preparamos fuerte para llegar en óptimas condiciones físicas y hacer la mejor competencia posible”.
Para la mayoría de los analistas, la nacida en la provincia de Santiago de Cuba es la más grande exponente del paratletismo en la historia. Baste decir que suma 14 títulos en lides universales y los citados liderazgos a nivel olímpico, sin obviar decenas de victorias en justas continentales y Grand Prix.
De hecho, será la abanderada de la delegación cubana en suelo galo, acompañada por el también rey paralímpico y planetario en salto de longitud Robiel Yankiel Sol (T46), otro fuerte aspirante al oro en tierra francesa.