Plataformas feministas cubanas han confirmado dos nuevos feminicidios en el país, elevando la cifra de muertes violentas de mujeres a 30 en lo que va de año. Los observatorios de violencia de género YoSíTeCreo en Cuba (YSTCC) y Alas Tensas (OGAT) corroboraron este jueves el asesinato de Damaris Rondón, de 48 años, ocurrido en un poblado rural de la Isla de la Juventud.
El crimen fue cometido por su pareja, quien luego se suicidó. La agresión sucedió el 22 de junio, pero la víctima falleció el 29 de junio. "Llegue nuestro pésame a los dos hijos que la sobreviven, de los cuales uno es menor de edad, demás familiares y personas allegadas, así como a la comunidad religiosa a la que pertenecían tanto la víctima como el victimario", precisó Alas Tensas en Facebook.
Un asesinato que conmociona a la comunidad
La internauta Irma Broek detalló que Damaris llevaba más de 30 años casada con su esposo, padre de sus hijos jóvenes, y acudían frecuentemente a la iglesia. "Aunque habían tenido algunas separaciones por infidelidad por parte de él, a los ojos de todos quienes los conocieron, eran una familia tranquila, muy querida y respetada, natural de El Sitio, en Manzanillo, Granma, pero se trasladaron a la Isla de la Juventud", explicó en Facebook.
Un vecino de la zona contó que el hombre, llamado Luis Yero, esperó que sus dos hijos salieran de la casa, la hembra a sus estudios de enfermería y el varón a su trabajo. Golpeó a su esposa con un bate en la cabeza y, creyéndola muerta, salió de la casa y se ahorcó. Damaris fue llevada al hospital, pero a los cuatro días falleció.
El otro feminicidio había sido reportado tanto por medios independientes como por perfiles del régimen en redes sociales. Se trata del asesinato de Yunaisi Bruzón Almaguer, de 54 años y residente en Holguín, quien murió el 23 de junio, tras padecer violencia sexual, a manos de una persona sin vínculos con ella hasta ahora verificados. Yunaisi era madre de un hijo menor de edad.
Las plataformas también lamentaron el asesinato de un hombre por motivos de género, un anciano, ocurrido el 8 de julio en el poblado de Suferry, en Ciego de Ávila, un hecho donde tres mujeres sufrieron agresiones de diferentes grados que las mantienen aún hospitalizadas.