La activista Yenney Caballero denunció este miércoles un nuevo caso de maltrato animal en Cuba, donde un joven torturó a un gato y publicó las fotos en las redes sociales. Este incidente llevó a la protectora a exigir al gobierno medidas más estrictas para prevenir situaciones similares, como la imposición de multas de hasta 100,000 pesos.
El clamor por un cambio en la ley
Caballero señaló en Facebook que este nuevo incidente evidencia la necesidad de que el gobierno modifique el decreto de bienestar animal, argumentando que una multa de 50,000 o 100,000 pesos podría detener a individuos como Leonardo Pons, quien, según ella, es capaz de cometer cualquier delito si maltrata a un animal de la manera en que lo hizo.
La activista apuntó que la necesidad que padece el pueblo cubano no es justificación para cometer hechos de maltrato como este, “porque mi mamá tiene 70 años y tiene dos trabajos”.
Señaló que, a personas como Pons, quienes, más allá de matar un gato para comérselo, torturan al animal y presumen de su crueldad en las redes sociales, el gobierno debería obligarlas a trabajar para que obtengan alimentos de una manera digna.
No es la primera vez que hechos de esta naturaleza apuntan a la necesidad de un cambio en la Ley de Bienestar Animal, que muchos protectores critican por ser poco severa.
En 2021, cuando se aprobó, algunos activistas señalaron que las multas impuestas a las personas que incurrieran en un hecho de maltrato animal debían ser severas. Sin embargo, la ley solo comprende cuantías de hasta 7,000 pesos.
Luego del escándalo provocado por los hechos de maltrato animal durante la Feria Internacional Agroindustrial Alimentaria, en 2022, las autoridades del Ministerio de la Agricultura (MINAG) impusieron multas de solo 3,000 pesos a implicados en el “rodeo” practicado por una decena de hombres con lazos corredizos sobre un gato aterrorizado.
Este hecho, que ocurrió a la vista de las personas, y las posteriores sanciones, evidenciaron la poca severidad de la Ley de Bienestar Animal y sobre todo, su escasa capacidad persuasiva para prevenir hechos de maltrato y abuso.