Un vecino del municipio Plaza de la Revolución, en La Habana, ha causado alarma en la comunidad al perforar una pared lateral del edificio Minrex, ubicado en el Vedado. Esta acción pone en riesgo la estructura del inmueble.
Desde la red social Facebook, la internauta Leyla Gutiérrez López denunció el hecho ocurrido en el octavo piso de una construcción que data de 1976. Señaló que esa persona destrozó “el lateral de la edificación con un chipijama y esa parte es la columna del edificio hecha de hormigón”.
"Nadie dice nada, nadie protesta, hasta que haya un derrumbe y mueran muchas personas", apuntó Gutiérrez, llamando a tomar medidas por parte de la Dirección Municipal de Vivienda, Planificación Física o el Poder Popular. “¿Por qué se permite esto y no se personan inspectores no corruptos y detienen esto?”, cuestionó la usuaria, quien agregó que la gravedad de este acto en una pared de soporte, además, "rompe toda estética".
Preocupación y respaldo comunitario
Ante la queja de Gutiérrez López, diversos vecinos respaldaron su declaración y se sumaron a la denuncia por el inminente riesgo de que se derrumbe el edificio. "Es una pared de carga y el edificio está con un expediente de reparación capital desde 2014 con infinitas excusas y promesas incumplidas en las diferentes asambleas de rendición de cuentas", apuntó Isabel Xalabarder.
En respuesta a los decenas de comentarios, un usuario anónimo en la misma red social afirmó que "las autoridades competentes ya estuvieron, tomaron la medida correspondiente ahora y el hueco se va a tapar como corresponde".
Situaciones como estas demuestran "cómo se viola la legalidad con total impunidad, y el responsable de hacerla cumplir no cumple con su trabajo”, tal como manifestó hace cinco años Yarily Castro cuando la residente en Ciego de Ávila denunció la incompetencia laboral de los funcionarios de la Dirección Municipal de Planificación Física (DMPF), en una carta enviada al medio oficialista Juventud Rebelde.
En una revisión reciente de hechos similares, es palpable la inconformidad de la población con la gestión de las instituciones relacionadas con el mantenimiento y cuidado del fondo habitacional, así como aquellas que rigen las leyes para hacer cumplir las políticas sobre la convivencia vecinal, cuando es evidente la falta de conciencia ciudadana.