Justo un día antes de la entrada en vigor de una medida que aliviaría, en gran medida, los bolsillos de sus ciudadanos, el gobierno de Cuba revocó la decisión de topar los precios minoristas para un grupo de productos comercializados por el sector privado.
La iniciativa, que entraría en vigor el pasado 1 de julio, estaba encaminada a limitar el máximo de los costos admitidos para el pollo troceado, el aceite comestible, la leche en polvo, la salchicha, las pastas alimenticias y el detergente en polvo.
Desde la red social Facebook, diversas entidades estatales anunciaron la decisión alegando que es resultado de los análisis e intercambios entre representantes del Gobierno con formas de gestión no estatal, mientras señalan la continuidad de los diálogos.
Retractación y polémica
"Se mantienen los análisis e intercambios con las FGNE, hasta concertar precios", apunta una publicación de la Dirección de Inspección de Pinar del Río en la propia red social, en tanto informa que "los municipios que publicaron los nuevos precios a partir de los análisis realizados con dichos actores, quedan sin efecto para su aplicación".
La marcha atrás en esta medida solo demuestra los desatinos del régimen cubano, que en primera instancia no solo anunciaba el listado de precios, sino las sanciones establecidas para aquellos que incurriesen en una violación: multas de hasta 8,000 CUP y hasta retiro de las licencias correspondientes.
En un encuentro de la ministra de Finanzas de la isla, Lourdes Rodríguez, con representantes de las Mipymes y la Dirección General de Importación del Ministerio de Comercio Exterior, resultó polémico para los representantes de las pequeñas y medianas empresas ajustarse a la propuesta del gobierno cuando deben enfrentar, a diario, la fluctuación del mercado cambiario, la presión fiscal y la escasez de combustible, que se suman a la inestabilidad de los precios internacionales.
Para el economista cubano Pedro Monreal, la medida nació torcida pues la experiencia de los precios topados en Cuba no ha surtido el efecto deseado y "la contención de precios que se establece en los documentos oficiales termina convirtiéndose en una inflación ‘reprimida’ que viene acompañada de desabastecimiento y precios en el mercado negro”, apuntó en la red social X.
Concebida como un mecanismo para -supuestamente- contener el ritmo de crecimiento de los precios, la medida revocada deja el sabor agridulce de la derrota para un pueblo que sufre el impacto de la inflación y la escasa capacidad de compras de los productos básicos.