En lo que parece una historia sin fin, otro lamentable hecho evidencia la aguda crisis en los servicios necrológicos en Cuba: los féretros de dos personas fallecidas fueron transportados en un camión de volteo en la ciudad de Palma Soriano, en Santiago de Cuba.
Una residente en el municipio santiaguero hizo llegar la denuncia al comunicador Yosmany Mayeta Labrada, acompañada de un video y fotos que muestran a varios hombres colocando los ataúdes sobre la cama de un camión volquete.
“Una seguidora envía a nuestra página cómo son transportados los féretros en el carro que el doliente pueda conseguir”, explicó el reportero, quien compartió también las palabras de la joven denunciante: “Es un descaro esto, mira cómo montaron dos cajas en este carro de la construcción, porque no hay carros fúnebres”.
Falta de recursos y deterioro del parque automotor
Este tipo de camión se utiliza habitualmente para transportar materiales de construcción, como arena y gravilla, escombros o residuos de demolición. Mayeta comentó, además, cómo en las últimas semanas en el municipio de Santiago de Cuba se han registrado varios incidentes similares: “Han sacado los féretros en carros privados arrendados para estas funciones, porque el parque provincial está completamente deteriorado”.
También recordó que “el colapso en la funeraria, por varios días, puso al borde de un caos a Servicios Comunales, porque no tenían espacios ni en funerarias ni cementerios para sepultar a los fallecidos”.
No por haberse tornado habituales dejan de causar pesar y molestia este tipo de eventos, que denotan la grave situación de los servicios funerarios en el país, como parte de la crisis económica generalizada.
Una santiaguera que perdió recientemente a un familiar denunció: “Los carros que están utilizando para el traslado son camionetas o pisicorre, porque los carros fúnebres están rotos, sin frenos y votan los muertos”, una situación que, aunque extraordinaria, ha ocurrido en varias ocasiones en las calles de Santiago de Cuba.
Los problemas, lejos de ser solucionados por las autoridades, se acumulan y agravan en todo el país: mal estado y carencia de carros fúnebres, déficit de combustible, escasez de materiales para fabricar los féretros, colapso de las funerarias por falta de capacidad, vandalismo en los cementerios y otros varios.
En redes sociales son frecuentes las denuncias e imágenes de la doblemente penosa situación. Además del dolor por la pérdida de sus seres queridos, los cubanos tienen que hacer frente al deficiente servicio estatal y, en muchos casos, agenciar por su cuenta la transportación del familiar fallecido hasta su última morada.
Mientras, las autoridades correspondientes no parecen sensibles al malestar de la población, ni cumplen las funciones que les competen como servidores públicos.