Una cubana de 56 años es una de las dos mujeres que en la isla maneja uno de los ómnibus de transportación nacional; sin embargo, destaca en ella haber sido la primera en hacer esta labor, comúnmente dominada por hombres.
Idania Perea León es natural de la provincia de Artemisa y cuenta con 25 años al volante, ya sea en la transportación local, como ahora en los ómnibus nacionales.
“Como toda mujer, claro que una se enfrenta a situaciones adversas y difíciles. Este es un trabajo que lleva mucha profesionalidad y suele ser solamente asumido por hombres, pues se duda de que nosotras tenemos la capacidad para hacerlo”, dijo la mujer en una entrevista publicada por el periódico oficialista Granma.
Rompiendo estereotipos en un mundo de hombres
Por varios años fue la única mujer rompiendo estereotipos en esa profesión, no obstante comenta que a los siete años de estar en la Empresa de Ómnibus Nacionales fue captada otra fémina y actualmente son dos las que desempeñan ese trabajo.
“Las personas te miran y se asombran, no todas, pero la gran mayoría te elogia cuando te ve vestida de uniforme, y eso es muy bonito, que te admiren en lo que haces”, aseguró.
Perea León manifiesta haber vivido situaciones difíciles en la profesión, sobre todo en un país marcado por el machismo, pero confiesa que “cuando eres una buena profesional y lo haces bien, hay que respetarte y darte el lugar que llevas entre los compañeros”.
“Es un trabajo un poco difícil, pero se logra. Cuando tienes muchos años de experiencia, se demuestra que sí se puede”, dijo.
El apoyo de la familia, clave en su éxito
Sobre su familia, la chofer refirió que cuenta con su apoyo. “Mis padres, que ya no están, por desgracia de la vida, mi hermana, mi esposo; todo el mundo me ha apoyado en esta labor”, confesó.
Precisamente, contó que su esposo, con el que lleva 22 años de casada, la conoció siendo chofer, y “siempre me ha apoyado”.
Durante el pasado 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, el humorista cubano Ulises Toirac calificó a las cubanas como “el clavo del que colgamos precariamente”, refiriéndose a la crisis económica que ha sumergido en la tristeza a miles de familias.
“Es el asidero y la llama, el hogar, el llanto, el abrazo. Ella es la cobija y los cojones, la única paz posible y el único remanso, pero es y será la chispa y el empujón necesarios", expresó.