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Marisela Alfonso Madrigal y su esposa dejan Cuba: ¿nuevo comienzo en España?

miércoles, 26 de junio de 2024 por Raúl González

Marisela Alfonso Madrigal y su esposa dejan Cuba: ¿nuevo comienzo en España?
Marisela Alfonso y su esposa en el aeropuerto de La Habana - Imagen de © Marisela Alfonso Madrigal / Facebook

La locutora cubana Marisela Alfonso Madrigal ha dejado Cuba junto a su esposa, Adriana Moenck, con destino a España. Marisela compartió en su muro de Facebook dos fotos en el Aeropuerto Internacional José Martí, en una de las cuales aparece sonriente y burlona con la hoja de la baja de la OFICODA.

Según informó, en Cuba deja a sus padres, quienes están a la espera del parole, a su suegra que reside en Bolondrón (localidad de Matanzas), y a sus dos gaticos, "bien cuidaditos" hasta que pueda llevarlos con ella. "Abandono Cuba y vuelo a mi otra patria, mi madre por derecho genealógico (...) después de darme de baja de la MLA (mi libreta de abastecimiento) o de racionamiento y me río cuando leo en la OFICODA otra más de sus consignas: 'Nuestra misión es garantizar la canasta familiar de nuestro pueblo contribuyendo a la protección del mismo'", escribió.

Una despedida cargada de críticas

"Cuba duele y mucho. Albergo la esperanza que se vayan y dejen a mi Cuba libre o mejor, que los destierren, a todos los rojillos, muera el PCC, la dinastía Castro y que salga un agallú y acabe con todo, con todos y contigo Canel", agregó.

Marisela Alfonso posee la ciudadanía española. El año pasado pasó una breve temporada en Canarias donde vive su hijo, tras casi cinco años sin verlo. Muchos pensaron que se quedaría en España, pero en menos de tres meses volvió a Cuba.

En enero de este año se casó en La Habana con Adriana, después de más de una década juntas. "Nos conocimos un 17 de marzo de 2007 y me citan para un 17 de enero de 2024. Un poco más y coincide la fecha. Claro, yo no quería que me tocara el día 8 de enero, porque ese día entró el hp de Fidel Castro a La Habana", dijo en el video de su boda.

Desde hace años, la comunicadora no ejercía su profesión y llegó a recibir amenazas de la Seguridad del Estado por sus publicaciones en Internet contra la dictadura.