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Un adiós al Padre Valentín Sanz: La Habana se despide de un gran sacerdote

martes, 25 de junio de 2024 por Silvia Morales

Un adiós al Padre Valentín Sanz: La Habana se despide de un gran sacerdote
Padre Valentín Sanz - Imagen de © Vida Cristiana / Facebook

El querido sacerdote cubano Valentín Sanz ha fallecido en La Habana, aunque las causas de su muerte aún no han sido reveladas. Nacido en La Habana en 1951, el Padre Sanz dedicó su vida al servicio de la comunidad en varias parroquias, incluyendo la iglesia Nuestra Señora de la Asunción de Baracoa, la iglesia de la Merced en La Habana y en Santiago de Cuba. Además, era un fotógrafo profesional.

Las redes sociales se han llenado de mensajes de condolencia. En Miami, la Ermita de la Caridad recordó en Facebook su vida dedicada a Dios y a su comunidad. "Fue un presbítero comprometido, un fotorreportero destacado de las visitas papales, párroco en los lomeríos de Baracoa, capellán de prisiones, teólogo y trotamundos incansable. Pero, sobre todo, el Padre Sanz fue un verdadero humanista, cuya vida y obra tocaron innumerables corazones", se expresó.

Recuerdos y legado

El Padre Sanz, miembro de la Congregación de la Misión Padres Paules, conoció y ayudó a muchas personas que hoy lo recuerdan con gran cariño y admiración. Antonio Rabilero, baracoense, compartió una anécdota sobre su etapa en la Ciudad Primada y su amistad en Santiago de Cuba: "Sacerdote muy culto, de tal manera que ofició una misa en idioma chino a solicitud de los especialistas de esa nación que trabajaron en la última terminal de contenedores del puerto de Santiago de Cuba", reveló.

La revista Vida Cristiana destacó en Facebook que el sacerdote fue miembro de la Congregación de la Misión y que su ministerio lo llevó a servir con pasión en diversas comunidades, dejando una huella imborrable en San Joaquín y Baracoa. "Con su amor por la fotografía, capturó la presencia de Jesús en los rostros de los humildes y en la belleza de la creación", subrayó.

Yankiel Fernández, coordinador del Proyecto Humanitario Aliento de Vida, lo calificó de "misionero incansable" y expresó su agradecimiento por los mensajes y visitas del sacerdote a su abuela en sus últimos días. "En estos últimos días le escribía diariamente por WhatsApp y ayer no lo hice, qué tonto fui, no imaginé que te irías tan rápido. Cuánto duele tu partida, ahora mismo cuesta mucho escribir, pero es algo que te debía", manifestó en Facebook.