Como una versión de la historia sin fin o el popular cuento de la "buena pipa", regresa este lunes el asunto de la canasta básica a la agenda noticiosa de Cuba, porque finalmente llegó el arroz de la cuota a las familias de las provincias orientales.
Justo cuando restan pocos días para cerrar junio, el cereal será repartido a los núcleos, según informó la coordinadora provincial de Comercio y los Servicios, Edelva Marín, en declaraciones al estatal Canal Caribe, citadas por el diario oficialista Granma.
Destacado por el Ministerio de Comercio Interior (MINCIN) en la red social X, en el puerto Guillermón Moncada de Santiago de Cuba inició la descarga del producto el pasado viernes, lo cual permite restablecer la distribución, que habitualmente se realizaba en las primeras jornadas de cada mes.
Con esta importación se garantizará "el kilo del grupo etario y el que se va a dar como donativo a todos los consumidores este mes", así como cuatro libras por personas, agregó la funcionaria.
"Vamos a hacer un tiro directo para que llegue a la población en el menor tiempo posible, y luego se completarán las tres libras, más el suplemento", explicó.
Asimismo, el MINCIN informó que la entrada de este buque a puerto santiaguero permitirá cumplir con los compromisos en Granma.
Un alivio efímero para la canasta básica
Si bien es cierto que la llegada del arroz constituye un aliciente para el pueblo, esto solo representa la punta del iceberg en cuestiones de la canasta familiar normada, pues los últimos meses se han caracterizado por la entrega atrasada de los productos (que son cada día menos), incluso algunos desaparecieron durante meses como sucedió con el café y el aceite, entre varios.
Entre otros factores, las demoras están dadas por la falta de producción nacional y la necesidad de recurrir a las importaciones para solventar la situación que en el caso del arroz requiere de 700 mil toneladas para cubrir la canasta básica y el llamado "consumo social" (hospitales, escuelas, comedores obreros y unidades militares).
Desde inicios de año, los atrasos con la canasta han sido tema recurrente entre la población y justamente el 22 de mayo pasado, Betsy Díaz Velázquez, ministra de Comercio Interior, intentó justificar la situación en el programa televisivo oficial Mesa Redonda.
En sus palabras, hace tres o cuatro años los primeros días de cada mes el producto estaba en las bodegas, ahora es preciso "descargar los buques, transportarlos a las cabeceras provinciales, después se trasladan a los municipios y después van a la red de bodegas. (...) Es muy difícil manejar los tiempos, cuando usted depende solamente de las importaciones".
A su juicio, la responsabilidad recae en el trabajo de los puertos, los mecanismos de distribución e, incluso, el clima; entretanto, la población sufre por la disminución en la calidad, las tardanzas hasta de varios meses en las entregas, la sustitución de la leche por otros productos; y los retrasos en la distribución de alimentos para grupos vulnerables como la carne para niños y embarazadas.