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Inés María Chapman y su visita al pozo: ¿soluciones o más promesas vacías?

lunes, 24 de junio de 2024 por Armando Delgado

La viceprimera ministra de Cuba, Inés María Chapman Waugh, recorrió las calles del municipio de Santa Isabel de las Lajas, en Cienfuegos, como parte de la visita gubernamental que se desplazó a este territorio “para corregir distorsiones y reimpulsar la economía”.

Entre las entidades económicas y sociales que visitó la dirigente, llamó su atención la existencia de varios pozos de agua repartidos por la ciudad, utilizados habitualmente por la población ante los problemas de suministro de agua potable por la red de abastecimiento.

PerlavisiónTV siguió a la viceprimera ministra por su recorrido y grabó el momento en que esta se detuvo ante uno de los pozos de Santa Isabel de las Lajas y propuso que las autoridades locales emprendieran “un proyecto de ciencia e innovación” que mejorara las condiciones del aljibe.

En la actualidad, los vecinos de Lajas recurren a estos pozos para abastecerse de agua. Carentes de sistemas que garanticen la extracción segura e higiénica del agua, los vecinos lanzan al interior de los pozos sus propios cubos con cuerdas, lo cual aumenta el riesgo de contaminación de la fuente.

Propuestas "innovadoras" en medio de la precariedad

Ante el pozo, Chapman Waugh propuso “hacer un levantamiento de todos los pozos en la ciudad” y auxiliarse de la ciencia y la innovación para “tener un impacto positivo” en las necesidades de la población, que padece la escasez de agua potable.

“Hay que activar todo lo que sea posible: bomba de mano, bomba de soga, lo que ustedes explicaron. Porque fíjate, venir aquí, cogerlo de aquí contamina también esto, porque la persona lo manipula. Pero si le ponen ahí una bombita de mano, bonita, pintada de verde… La persona puede venir aquí, sacar su agüita y llevarse su agüita”, dijo dulcemente Chapman Waugh.

Atentas a la propuesta de la dirigente, las cámaras de PerlavisiónTV captaron a la viceprimera ministra explicando cómo mejorar la calidad de la escasa agua que consiguen extraer los lajeros de sus pozos... ¡con una botella de agua Ciego Montero en la mano!

La disertación de Chapman Waugh ante el pozo fue acompañada de gesticulaciones. “La persona puede venir aquí, sacar su agüita y llevarse su agüita”, dijo la ministra simulando con sus brazos el gesto de bombear agua con una palanca. En la mano con la que la viceprimera ministra bombeaba imaginariamente el agua, subía y bajaba la botella de agua Ciego Montero.

Para los lajeros, “una bombita de mano, bonita, pintada de verde”. Para los privilegiados de Palacio, agua embotellada y fresca. “Podemos organizarlo”, afirmó la viceprimera ministra, satisfecha de la capacidad de respuesta del sistema de gobierno del Dr. Miguel Díaz-Canel, basado en la ciencia, la innovación y la resistencia creativa.

Chapman Waugh fue incapaz de encontrar la palabra “improvisado” mientras hablaba con su botella de Ciego Montero en la mano. Dijo que el sistema empleado por los vecinos (“meter el cubo directamente”) era “voluntario”. Es “espontáneo”, le ayudaron miembros de su comitiva, también con deficiencias en su léxico. Los maestros de la improvisación no conocen ni el nombre de su arte.

“Aunque usted no lo crea, aquí está la Vice Primer Ministra Chapman pidiendo que los cubanos tomen agua de un pozo en Cienfuegos, mientras ella camina con una botella en la mano… es que hasta parece un chiste”, indicó el activista Magdiel Jorge Castro en sus redes sociales, compartiendo el video de la rocambolesca escena protagonizada por Chapman Waugh durante una visita gubernamental que dejó momentos para la historia.

El enigma de los fondos y la eterna crisis del agua

La imagen de Chapman Waugh ante el pozo sintetiza el estado de desorientación del régimen cubano. Costosas visitas gubernamentales que no arreglan nada, desconexión con las necesidades de la población, "muela" en lugar de soluciones, normalización de la pobreza y la desigualdad... el ejecutivo de Díaz-Canel va dejando seco el pozo de Cuba, mientras improvisa soluciones con botellas de agua en sus manos.

La precariedad de la infraestructura hidráulica en Cuba induce hoy a cuestionar, sin reparos, ¿adónde fueron a parar los 102 millones 300 mil dólares facilitados al Estado Cubano por el Fondo Kuwaití para el Desarrollo Económico Árabe (Kfaed)?

Según reseña la agencia oficialista ACN, los vínculos de la isla con el referido fondo datan de hace más de dos décadas (desde el 2003) y –en ese lapso de tiempo– la cooperación otorgó cinco créditos para la ejecución de obras de rehabilitación de redes de acueducto, alcantarillado, drenaje pluvial, entre varias.

Del monto entregado al estatal Instituto Nacional de Recursos Hidráulicos (INRH), hasta la fecha, se ejecutó un 84,7 por ciento, lo cual "benefició" a un millón 454 mil habitantes de las provincias de Santiago de Cuba, Holguín y La Habana.

Sin embargo, datos publicados recientemente confirman que miles de personas no cuentan con servicio de abasto de agua diariamente, en gran medida por los apagones, pero entre las causas figuran también la sequía, la falta de red de distribución, las roturas y la corrupción, entre otras.

Aunque las autoridades del régimen aluden al amplio programa inversionista que desarrolla para garantizar el abasto de agua a la población, en la actualidad resulta una problemática persistente la obsolescencia de la infraestructura, con equipos añejos que se rompen de forma cotidiana y provocan interrupciones en los ciclos de suministro, lo que, a la vez, incrementa el descontento de la población.

Unas 700,000 personas en Cuba no reciben agua diariamente debido a los cortes eléctricos, ya que el sector hidráulico es el segundo mayor consumidor de energía eléctrica después de la demanda de la población, según Granma.

Datos registrados el pasado año apuntan que alrededor de dos millones de personas reciben el servicio cada tres días o más, y existen 478 asentamientos poblacionales que carecen de redes de acueducto de manera total o parcial. Todo ello afecta directamente la calidad de vida y la salud, en tanto obliga a depender de sistemas alternativos para conseguir el preciado líquido.