El gobernador Ron DeSantis ha señalado que la "postura de debilidad" del presidente Joe Biden es la culpable de la llegada de una flotilla de la Marina de Guerra rusa, que incluye un submarino de propulsión nuclear, al puerto de La Habana.
En una conferencia de prensa el viernes, el gobernador de Florida calificó de "preocupante" y "problemática" la presencia rusa en aguas cubanas y aseguró que él no lo permitiría. "Estamos fracasando como país con la capacidad de disuasión y creo que comienza en la parte superior con el presidente de Estados Unidos", lamentó.
"Creo que la historia ha demostrado que estos malos actores responden a la fuerza y son disuadidos por la fuerza. No van a ser disuadidos por la debilidad. No van a ser disuadidos por la confusión", afirmó DeSantis. Remató su opinión sobre el tema con una embestida directa a Biden: "No les va a disuadir un presidente deambulando sin rumbo por el G7", en alusión a las imágenes del presidente demócrata en la Cumbre del Grupo de los Siete efectuada esta semana en Italia.
Detalles de la flotilla rusa
El miércoles 12 de junio, llegó a Cuba un destacamento naval de guerra ruso integrado por el submarino de propulsión nuclear Kazan, el remolcador de salvamento Nikolai Chiker (SB-131), el buque petrolero de la flota Pashin y la fragata Almirante Gorshkov.
Según El Nuevo Herald, un funcionario federal dijo a la editorial McClatchy y al Herald/Times que la flotilla rusa, en su aproximación a La Habana, pasó el martes a menos de 30 millas náuticas de Cayo Largo, dentro de aguas internacionales, pero acercándose inusualmente a las costas de Estados Unidos.
El Departamento de Defensa estadounidense aseguró que los buques de guerra rusos en aguas cubanas no representan una amenaza directa para Estados Unidos y que la visita forma parte de los ejercicios militares rusos rutinarios.
No obstante, horas antes de la llegada de la flotilla a La Habana, el gobierno de Estados Unidos desplegó varios buques de guerra (dos destructores y un Guardacostas) y un avión de reconocimiento submarino para rastrear el curso de la flotilla.
De acuerdo con el reporte de El Nuevo Herald, funcionarios dijeron a McClatchy que nunca perdieron la pista del submarino en su viaje a Cuba antes de que emergiera a la superficie en el puerto de La Habana.
En la misma postura de DeSantis, el senador cubanoamericano Marco Rubio pidió al presidente Biden que no se quedara cruzado de brazos y recordó que no ha habido un submarino ruso con misiles con capacidad nuclear operando en el Caribe desde hace más de 30 años.