El senador español del PP Fernando Gutiérrez Díaz de Otazu, general retirado y presidente del Grupo Especial para el Mediterráneo y Oriente Medio de la Asamblea Parlamentaria de la OTAN, asegura que no hay que preocuparse por la llegada de una flota rusa a La Habana. "Se trata de una visita amistosa, en el marco de unos ejercicios que han estado realizando con anterioridad en el Atlántico" y, en su opinión, no hay que darle mayor importancia, pese a que la Armada estadounidense está controlando el desplazamiento, dada la situación geoestratégica de la Isla.
Díaz de Otazu pone el acento en que "no es inusual que buques rusos se muevan en aguas internacionales y se acerquen a puertos que consideren amigos", dijo en una entrevista concedida este viernes a CiberCuba.
¿Relación con el conflicto en Ucrania?
El senador popular también descarta que exista una relación directa entre la utilización, por parte de Ucrania, de armas rusas para bombardear objetivos militares en Rusia y la llegada de la flota rusa a La Habana porque, a su juicio, la utilización, no sólo por parte de Estados Unidos, sino de varios países aliados de la OTAN, que han proporcionado armas a Ucrania para defenderse de Rusia se ha producido a finales de mayo, hace escasos diez días, y no habría habido tiempo para que esta flotilla de cuatro buques hubiese estado haciendo ejercicios en el Atlántico, que deben haber estado programados con anterioridad.
"Esta es una acción no bélica, sino amigable por parte de la Federación Rusa con Cuba, en este caso", añadió el ex comandante general de la plaza de Melilla, una ciudad española ubicada en el norte de África, en la frontera con Marruecos.
A la pregunta de si la llegada de la flotilla a La Habana es un mensaje de Rusia a la OTAN, Díaz de Otazu considera que efectivamente, "Rusia trata de enviar mensajes de que su presencia y su nivel de apoyo y de amistad con diferentes países del mundo se mantiene viva y operativa".
Preocupaciones de la OTAN
Sin embargo, comentó que la OTAN está preocupada en estos momentos no con los movimientos de Rusia en el Caribe, en Cuba, sino con otros movimientos que conciernen a países del flanco sur. "Es decir, toda la presencia de militares rusos en el norte de África y en el Sahel". De hecho, añade el senador popular, el secretario general de la OTAN ha pedido un informe que se ha hecho y se ha entregado ya en el que un grupo de expertos valora esta presencia rusa.
"Rusia trata de mantener presencia en todos los entornos internacionales para seguir manteniendo apoyos en la Asamblea General de Naciones Unidas o en diferentes ámbitos. Trata de mantener esa presencia con esos fines. Para la OTAN no es un motivo de preocupación, sí de vigilancia y de tener en cuenta qué es lo que se está haciendo en estos países", añadió.
A la pregunta de si puede haber relación entre la presencia en La Habana de la flota rusa, que incluye un submarino, un petrolero, un remolcador y una fragata, Díaz de Otazu cree que desde el punto de vista moral podría interpretarse como un respaldo de Rusia, pero desde el punto de vista logístico "es difícil que las autoridades cubanas puedan utilizar un submarino nuclear y una fragata para hacer algo en la Isla, que pueda redundar en tareas de represión ante los disturbios civiles o lo que sea", dijo.
Otra cosa, añade el general retirado, es que Cuba reciba algún alivio a la situación que vive con la llegada del petrolero ruso. "Pero que se puedan utilizar en tareas de acción militar represiva contra la ciudadanía, pues no es probable. Es imposible".
Consultado sobre si hay peligro de que lleguemos a una tercera Guerra Mundial, Díaz de Otazu, respondió que "ese peligro siempre existe, por eso existen los Ejércitos". Además, añadió que "si Rusia ganase el conflicto que tiene con Ucrania, las consecuencias posteriores para los países bálticos (Estonia, Lituania y Letonia) que pertenecen a la OTAN y los vecinos como Polonia serían de temer y de preocupar. "Todos los aliados debemos prepararnos para esa eventualidad", concluyó.