Los residentes de un solar de Centro Habana, inhabitable desde 1969, continúan viviendo entre escombros, basura, aguas albañales, roedores e insectos, sin que nadie haya hecho nada por ellos. Se trata de una edificación ubicada en la calle Tenerife 64, entre Antón Recio y Figuras, en el barrio Los Sitios, que está a punto de venirse abajo en cualquier momento.
Corrupción y desidia gubernamental
El internauta que se identifica en Facebook como Paco Pécora acusó de corrupción al gobierno de Centro Habana —que radica en la esquina de Reina y Ángeles—, cuyos funcionarios nunca han atendido las quejas de esos vecinos que llevan 55 años viviendo entre ruinas.
"Este caso no se ha resuelto por falta de gestión, corrupción, desidia y mala voluntad por parte de los decisores, que no son otros que los mismos a quienes hay que dirigir las quejas, creando un círculo vicioso en que no hay esperanza de solución posible. Es como que la mujer maltratada se queje del maltrato con su maltratador", dijo en el grupo "Denunciar Abusos Pueblo de Cuba".
Según el autor del post, en el inmueble hay niños, mujeres y ancianos que malviven entre escombros a punto de caerles encima. "De sus balcones (puras tarimas hechas con tablas) se han caído personas desde alturas de cuatro o cinco metros. Las aguas negras inundan los pasillos bajos, entrando en los cuartos de 4x4 donde viven hacinados y miserables cinco, seis, siete y a veces hasta más personas", comentó en mayo pasado en el grupo de Facebook "Cuba Denuncia Now".
"Los corruptos del gobierno de Centro Habana están plenamente conscientes de esta situación, pero no han hecho nada más que lucrar con las soluciones. A esas personas cada cierto número de años se les asignan casas en otros lugares y los decisores las venden o se las adjudican, y la situación sigue igual o peor para ellos", detalló.
Llamados ignorados y situación crítica
Los vecinos han denunciado la situación en la PNR, la Fiscalía, la Vivienda y en el propio gobierno, pero no han recibido respuestas de nadie. "Ahí viven más ilegales que legales, siendo el lugar un foco de delincuencia y crimen, al que la Policía ya ni quiere ir por la alta frecuencia de las denuncias que reciben por delitos cometidos en el lugar o por personas que viven temporalmente en él", agregó.
"Esa ciudadela —como gustan en el gobierno de llamarla— cada día se deteriora más, amenazando con caer sobre sus habitantes en cualquier momento", concluyó.