IslaSi

Díaz-Canel promete igualitarismo en Cuba ante jóvenes estadounidenses

miércoles, 12 de junio de 2024 por Pedro Antonio Ruiz

El gobernante cubano Miguel Díaz-Canel aseguró que su administración defiende la obra social de la llamada “revolución” y que, por ello, distribuyen equitativamente “comida para todos, ropa para todos, salud para todos, educación para todos y cultura para todos”.

Así lo afirmó el también primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC) desde los salones climatizados del Palacio de la Revolución, donde se reunió con un grupo de jóvenes estadounidenses integrantes de la brigada Let Cuba Live. La reunión, con preguntas de los jóvenes y respuestas del gobernante, constituyó el contenido de la última entrega del espacio Desde la Presidencia, en el que el líder de la “continuidad” dio rienda suelta a los tópicos de la propaganda revolucionaria ante el auditorio perfecto: esos jóvenes adoctrinados que militan libremente en causas presuntamente progresistas porque gozan de derechos y libertades que garantizan la democracia y el imperio de la ley en su país.

La retórica del socialismo frente a los males del capitalismo

Con una kufiya palestina sobre los hombros, el Dr. Díaz-Canel disertó durante casi dos horas sobre los males del capitalismo y las supuestas conquistas del socialismo. Incómodo con la caída de las puntas de la kufiya sobre su vientre y dando saltitos agarrado a su silla, el estadista del “árbol hermoso” (el limonero; Lv. 23:40) se explayó en contar mentiras a su auditorio, esas que ya no puede soltar alegremente ante los cubanos en sus peregrinajes por pueblos y ciudades.

Fidel Castro paquí, Fidel pallá; Fidel me dijo esto, me dijo esto otro. Yo soy la continuidad de Fidel. El bloqueo, el recrudecimiento del bloqueo, la resistencia creativa, la coyuntura y la justicia social de una ‘revolución’ que lleva más de 60 años bloqueada… la monserga interminable”, expresó.

Las paradojas de la Revolución Cubana

“Y esa es una de las paradojas de la Revolución Cubana. En condiciones de bloqueo no hemos podido desarrollar la economía como quisiéramos, pero esa economía, que es una economía de guerra, es capaz de sostener una obra social que tiene más resultados en lo social, y más impacto en lo social, que lo que tienen incluso países desarrollados y que tienen una enorme riqueza, pero que distribuyen la riqueza de otra manera”, dijo Díaz-Canel ante sus arrobados amiguitos.

Inflamado por su retórica de la Ñico López, el anfitrión dibujó un mural con los “logros de la revolución” ante los rostros ojipláticos de la entusiasta brigada de pichones progresistas con tarjetas Visa y Mastercard. Llevado en volandas por su ingenio, Díaz-Canel celebró el paternalismo del régimen comunista que le dejó en consigna la familia que de verdad manda.

“Nosotros tratamos [de buscar], no igualitarismo, pero sí equidad. Cuando buscamos comida, buscamos comida para 11 millones de cubanos. No es poner comida en las vidrieras y que compre el que puede y el otro se muere de hambre, no. Es comida para todos, ropa para todos, educación para todos, salud para todos, cultura para todos. No es el conocimiento científico al alcance [de unos pocos]... Es el conocimiento científico al alcance de todo. Los derechos para todos. Y esa es nuestra lógica, y eso es lo que defendemos”.

En esos términos textuales... Lo de "guapear la comida y no esperar por los alimentos de la canasta básica" era una metáfora.