Entre los 22 residentes de un condominio de Miami-Dade que tuvieron que ser hospitalizados por una fuga de monóxido de carbono, hay varios cubanos. Los bomberos acudieron el martes por la madrugada a un complejo de apartamentos donde varias personas se sentían enfermas y, al llegar, detectaron un escape de gas.
En total, 60 personas tuvieron que ser evacuadas y recibieron asistencia en el lugar. De ellos, 22 fueron transportados a hospitales locales. Afortunadamente, todos están fuera de peligro. "Todos nos asustamos, empezamos a ver un caos, las personas con mareos, decaimiento, fuertes dolores de cabeza", relató a América TeVe Heidy Rodríguez, una joven afectada.
Testimonios de los afectados
"Esperemos que se investigue lo que sucedió, nunca había pasado nada, sabemos que es un edificio que tiene cierta cantidad de años, pero no esperábamos esto, sinceramente", agregó.
Otra de las evacuadas es Ana Luis, madre de un niño pequeño, quien se enteró de lo que sucedía cuando los bomberos llamaron a su casa, y solo atinó a coger a su hijo y salir corriendo. "Se empezaron a llevar a las personas que se sentían mal, que tenían falta de oxígeno, y ya después los que nos sentíamos bien nos hicieron una prueba y los que tenían un nivel elevado se los llevaron, y nosotros a esperar aquí", detalló.
Ana reveló que en los próximos días van a estar con agua fría porque el escape de gas era de la calefacción del agua.
Detalles del incidente
El hecho ocurrió alrededor de las 4:30 am del martes en el edificio Hemingway Villa Condominium, ubicado en la intersección de la avenida 94 y 40 Terrace del suroeste del condado. Erika Benítez, portavoz de los Bomberos de Miami-Dade, informó que al parecer la fuente del monóxido de carbono fue un calentador en un cuarto adyacente a varias unidades de los apartamentos.
Veintiséis unidades de bomberos respondieron a la emergencia y evacuaron a todos los residentes, dejando las puertas de los apartamentos abiertas.
Erika Benítez recordó que el monóxido de carbono es muy peligroso, es un gas incoloro que no tiene sabor y quienes lo inhalan experimentan dolor de cabeza y náuseas, pero podría causar de pronto la muerte. Los expertos sugieren que para protegerse deben instalarse alarmas en las casas y chequear su funcionamiento periódicamente.