Las medidas anunciadas este martes por la administración Biden para apoyar a los emprendedores independientes en Cuba han provocado una oleada de reacciones críticas entre voces de la sociedad civil cubana. Entre muestras de escepticismo y opiniones contundentes, varios activistas cubanos han expresado su descontento con un cambio de política que busca incrementar el apoyo a los emprendedores del sector privado cubano y promover la libertad de internet en la Isla.
El escepticismo de los activistas
“Decenas de activistas por los derechos humanos en Cuba hemos perdido nuestro tiempo reuniéndonos con funcionarios de Estados Unidos, donde les hemos intentado hacer ver que este NO es el camino”, declaró Saily González Velázquez en sus redes sociales. González Velázquez, quien fue una emprendedora y activista en Cuba, se vio obligada a marchar al exilio debido a la represión. Ella defiende que “el acceso a derechos económicos no puede estar por encima del acceso a los derechos humanos”.
La joven argumenta que, en una dictadura, los derechos económicos obstaculizan la consecución de los derechos humanos. “Las medidas aprobadas dejan todavía más aislados a las víctimas del régimen cubano”, agregó, señalando que se desentienden de “los anhelos de los cubanos, alejándolos de aquello que cientos de miles gritaron en las calles el 11J”.
Más voces críticas
El periodista independiente José Raúl Gallego también se ha manifestado en contra de las nuevas medidas, denunciando que la Dirección General de Inteligencia (DGI) del régimen cubano y sus lobistas en Estados Unidos han logrado presionar a la administración Biden para aprobar unas medidas que facilitarán “la operación y enriquecimiento de sus testaferros disfrazados de sector privado”.
Gallego sugiere que estas medidas podrían funcionar como una forma de contención si se acompañaran de la voluntad de congelar fondos a empresas vinculadas al régimen o que incurran en violaciones graves de derechos humanos, aunque duda que exista dicha voluntad. "Biden continuará tomando medidas en favor del régimen, incluido retirarlo de la lista de países patrocinadores del terrorismo”, aventuró.
El activista Adelth Bonne Gamboa se sumó a las críticas, dirigiéndose directamente al presidente de Estados Unidos. “Como cubano que necesita vivir en un país libre”, recordó a Biden que en Cuba no hay sector privado, sino una dictadura comunista que disfraza de empresarios a sus testaferros y militantes. “Una vez más su administración le dará oxígeno a nuestros captores”, criticó.
La perspectiva de los expertos
El poeta y activista Ariel Maceo Téllez afirmó que “al régimen cubano le pueden dar 500 mil millones de dólares cada semana, que se los va a echar al bolsillo con la misma velocidad que les entra. Da igual si el dinero es para Mipymes, hospitales o termoeléctricas: El régimen se va a chupar cada dólar, one by one”.
En contraste, el abogado Eloy Viera Cañive consideró que las medidas dirigidas a apoyar el emprendimiento tenían varias lecturas. Por un lado, demuestran la persistente intención de esta administración de no negociar, sino conceder. Por otro lado, son concesiones que parecen más simbólicas que efectivas. “Esto parece más un movimiento político que persigue cumplir promesas de campaña en la recta final de una administración, que una jugada que persiga impulsar cambios reales en un régimen cubano cada vez más enquistado”, concluyó.
Las reacciones entre la sociedad civil cubana reflejan un profundo escepticismo y preocupación sobre el verdadero impacto de estas nuevas medidas de la administración Biden. ¿Serán realmente un apoyo para los emprendedores o servirán para fortalecer aún más al régimen? La respuesta, como siempre, parece estar en las calles de Cuba.